LIGA | ESPANYOL 1-0 GIRONA

El Girona enciende las alarmas en el Espanyol de Quique

El Girona, con un gol de David Timor justo antes del descanso en el RCDE Stadium, se situó a un punto de la zona europea y colocó al Espanyol en una situación delicada con su segunda derrota consecutiva y a cuatro puntos del descenso.

ondacero.es

Madrid |

Timor celebra el gol de la victoria junto a sus compañeros | Efe

Los sonoros silbidos de la grada, algunos apuntando al entrenador Quique Sánchez Flores, fueron el broche a un encuentro con dominio gerundense desde el principio. Y cuando los blanquiazules intentaron cambiar el dibujo, llegó el tanto crucial. Tras el descanso, la precipitación local no ayudó a alterar el marcador.

El Girona no afrontaba el duelo como un recién ascendido, sino como una de las revelaciones del curso. Ramalho, ya en el minuto siete, remató de cabeza un córner sacado en corto. Los de Pablo Machín apretaban, más que los blanquiazules, que se limitaron en los primeros compases a buscar el gol a la contra. El cuadro gerundense mandaba balones a Stuani, exblanquiazul, su mayor argumento ofensivo. La presencia del uruguayo era sinónimo de peligro. Del Espanyol, en cambio, no había noticias. Eran minutos complicados para el anfitrión: sin ocasiones, sin control en la medular y con facilidades defensivas.

El diagnóstico lo adivinó el Girona, que insistía. Borja García, tras una contra, probó suerte con un latigazo desde veinte metros. Acabó en las manos de Pau López. El enfado de Quique Sánchez Flores coincidió con la mejoría del cuadro local. El choque, poco a poco, se igualó. Ambos equipos, con más ritmo pese al frío en el RCDE Stadium, peleaban por el premio en un partido de ida y vuelta. Gerard Moreno remató forzado un centro de Aarón, la mejor opción blanquiazul, anulada por fuera de juego. Borja García y Ramalho respondía con remates de cabeza.

En los últimos coletazos de la primera mitad hubo intentos de Piatti y Moreno por parte del Espanyol. Las revoluciones de los locales eran altas, pero los de Machín no se conformaron con el empate. Justo antes del descanso, y después de una parada estelar de Pau a Pere Pons, David Timor marcó en el minuto 45 . El tanto del valenciano, a raíz de un saque de esquina, supuso un mazazo para el Espanyol y causó una protesta monumental en las gradas. La nueva actitud del anfitrión, más agresiva, no sirvió para alterar el guión. El Espanyol estaba desordenado: buscaba el gol con voluntad, pero también con ansiedad.

El Girona era el grande en el RCDE Stadium. Mandaba. No por su fútbol, ya que el despliegue era menos espléndido que en la primera mitad, sino porque controlaba los nervios. Los de Quique presionaban sin excesiva puntería ni criterio. Gerard Moreno, siempre bajo los focos, era su futbolista más activo en la parcela ofensiva. Pero al margen de los destellos del ariete blanquiazul, los intentos del Espanyol, presenciados por el presidente Chen Yansheng en el palco, eran tibios. Entre el desorden y la precipitación local y la tranquilidad del Girona, el 0-1 parecía inamovible. Machín agotó los cambios en los últimos diez minutos.

Aún faltaba la guinda, una jugada individual de Portu que acabó con el balón al larguero tras superar a su marcador. En los instantes finales, los de Quique pidieron penalti por una caída de Hernán Pérez en el área. El árbitro no señaló nada. El duelo estaba sentenciado desde la diana de Timor.