El alemán André Greipel (Lotto Soudal) impuso su fuerza bruta para adjudicarse al esprint la sexta etapa disputada entre Montecatini Terme y Castiglione Della Pescaia, de 183 kilómetros, que acabó con susto por una caída de Alberto Contador en la recta de meta, aunque mantuvo la maglia rosa. Greipel, "El gorila", se mostró esta vez intratable y rubricó el gran trabajo de su equipo a la hora de lanzarle a la victoria. El de Rostock, de 32 años, arrancó de lejos y levantó los brazos por cuarta vez en la temporada.
Un sprint alborotado en el que Greipel batió a los italianos Matteo Pelucchi (Iam) y Sacha Modolo (Lampre), todos ellos ajenos a la montonera que se formó con el sprint lanzado, y que atrapó a Contador, quien se levantó enseguida para cruzar la línea de meta con la maglia rosa y un golpe en el hombre izquierdo. Monumental susto para el madrileño. que había movido a su equipo en los últimos kilómetros precisamente para evitar caídas, en zona de seguridad. Subió al podio señalándose la zona del golpe y con gesto de preocupación. Contador mantuvo la maglia rosa con las mismas diferencias, es decir, 2 segundos de ventaja respecto al italiano Fabio Aru (Astana) y 20 sobre el australiano Richie Porte (Sky)
Una etapa propicia para la tregua en el pelotón después de las batallas de La Spezia y Abetone, donde los gallos saltaron a escena. esta vez tomaron la palabra los aventureros y los esprinters. Los primeros para intentar una improbable sorpresa, los segundos para aplicar la lógica de llegada masiva. De salida muchos ataques, hasta que cinco hombres se marcharon por delante: Bandiera (Androni), Malaguti y Grosu (Nippo-Vini Fantini), Marangoni (Cannondale) y Rutkiewicz (CCC). Un grupo nada peligroso para el líder Alberto Contador, que no obstante puso a controlar al Tinkoff.
El marcaje terminó como la mayoría de los sueños de los anónimos del pelotón, con la caza de la avanzadilla, a 14 kilómetros de meta. Otra etapa daba comienzo, con el equipo del líder protegiendo a Contador en posiciones de cabeza, en busca de una posición segura. El Sky de Porte, tirado por la locomotora bielorrusa Kiryienka y el Astana de Aru atentos a cualquier maniobra por las interminables rectas que conducían a la meta toscana. A 3 de meta apareció el Lotto para promocionar la candidatura de Greipel, con un tren organizado que se movía a gran velocidad. Lampre y Orica trataban de colocar a sus hombres, pero el equipo belga lo bordó para colocar a su explosivo alemán. El resto lo hizo Greipel. Tremenda arrancada hacia la gloria, para firmar su tercera victoria en el Giro de Italia.
Este viernes se disputa la séptima etapa entre Grosseto y Fiuggi, de 264 kilómetros de recorrido, la más larga de la presente edición, propicia para velocistas que pasen bien los repechos, pues tiene una segunda parte ondulada.