Escarmentado por los sufrimientos padecidos ante Chile el conjunto español salió dispuesto a sentenciar la contienda cuanto antes y para ello, Jordi Ribera no dudó en apostar de partida por una agresiva defensa 5-1 con el voraz Kauldi Odriozola en el puesto de avanzado. Una apuesta que no pudo salir mejor al equipo español que cerró todos los caminos en ataque al novedoso equipo que presentó el técnico iraní, el montenegrino Veselin Vujovic, que sorprendentemente dejó de inicio a todos sus titulares en el banquillo.
Osadía que no tardó en pagar el equipo asiático que a los ocho minutos contaba ya contaba con una desventaja de cuatro tantos (2-6), que no sólo obligó a Vujovic a pedir con urgencia no sólo un tiempo muerto, sino a sacar a todos sus titulares a la pista. Pero ya era demasiado tarde, porque pese a que Irán mejoró con la entrada del central Pouya Norouzinezhad, el afshin Sadeghi o el pivote Salaman Barbat, los "Hispanos" estaban lanzados.
Punzante tanto en la primera como en la segunda oleada de contraataque, cuando España tuvo que jugar en ataque estático siempre encontró en el brazo de Alex Dujshebaev, que cerró la primera mitad con cinco dianas, un camino hacia el gol. Efectividad que permitió a los de Jordi Ribera abrir a los doce minutos de juego una brecha de siete goles en el marcador (3-10) que pareció allanar definitivamente el camino al conjunto español.
Ni así se relajaron los jugadores españoles, que querían cerrar la primera fase con las mejores sensaciones, en espera del durísimo camino que les aguarda en el siguiente turno ante equipos de la talla de Polonia, Eslovenia o Francia. Tal y como reflejaron los diez goles de ventaja con los que los "Hispanos" cerraron una primar parte, que en poco o nada se pareció al gris partido firmado apenas dos días antes con Chile.
Resultado que permitió a Jordi Ribera no sólo otorgar muchos minutos al central Pol Valera, que se incorporó este mediodía a la concentración del equipo español en sustitución del lesionado Ian Tarrafeta, sino hacer todo tipo de probaturas. Lo que impidió al conjunto español seguir ampliando su ventaja que medida la segunda mitad ya alcanzaba los trece tantos (15-28), gracias en gran medida al buen trabajo del portero Gonzalo Pérez de Vargas.
Y es que la palabra trámite no parece entrar en el vocabulario del guardameta español, que siguió engordado sus estadísticas en la segunda mitad, todo un aviso para los próximos rivales del conjunto español. Empezando el próximo miércoles con Polonia, el primero de los tres rivales con los que los "Hispanos" se medirán en la segunda fase en busca de los cuartos de final, la puerta a los torneos preolímpicos, y el objetivo mínimo que los de Jordi Ribera se han marcado en el campeonato.