La selección española masculina de baloncesto afrontará este viernes (20.30 horas) el reto de clasificarse para su tercer final olímpica consecutiva, un desafío aún más mayúsculo teniendo en cuenta que vuelve a topar con Estados Unidos, su verdugo en la batalla por el oro de Pekín 2008 y Londres 2012.
A la década gloriosa de España, con ocho medallas de todos los colores en Juegos, Mundiales y Europeos, solo le falta un premio 'gordo', el oro olímpico, y un rival por batir, la poderosa selección estadounidense. Una vez más, ambos objetivos vuelven a confluir en Río de Janeiro.
Tanto en la final de Pekín (118-107) como en la de Londres (107-100) la selección española obligó a exprimirse al máximo al combinado de estrellas NBA, pero el reconocimiento unánime del baloncesto mundial no apaciguó a un grupo de jugadores que, en ambas ocasiones, insistieron en que solo servía la victoria.
Muchas bajas en EEUU, mismo talento
Esta vez, el 'Dream Team', ese apelativo que acompaña a Estados Unidos desde Barcelona'92, ha competido en Río sin una larga lista de ausentes: LeBron James, Stephen Curry, Chris Paul, Anthony Davis, Russell Westbrook, James Harden, Kawhi Leonard, Blake Griffin, LaMarcus Aldridge, Kevin Love, el ya retirado Kobe Bryant...
Y seguramente ha notado tanta baja ilustre. Pese a que completó pleno de victorias en la primera fase, alargando a una década su condición de invicto desde que perdió con Grecia en el Mundial 2006, tuvo que emplearse al máximo para superar a Australia (98-88), Serbia (94-91) y Francia (100-97).
Aún así, sigue contando con referencias de la NBA como Kevin Durant, Carmelo Anthony o Kyrie y, sobre todo, con un inigualable poderío anotador (105 puntos por partido) y físico. Su furiosa reacción en cuartos ante Argentina confirmó que sigue siendo una 'bestia' temible cuando despierta.
¿Llegará Pau Gasol?
Pero todo esto ya lo saben Sergio Scariolo y sus pupilos, que llegan en un momento excelente después de encadenar palizas ante Lituania, Argentina y Francia, demostrando un torneo más que, a la hora de la verdad, su ferocidad competitiva les impide dar menos que el máximo.
España tan solo ha sido capaz de batir dos veces a Estados Unidos en 17 enfrentamientos -en los Mundiales de 1982 y 2002- y el 'Dream Team' ha sido su verdugo en los tres últimos Juegos Olímpicos -también le superó en cuartos de Atenas 2004-, pero la mejor generación de su historia está curtida en todo tipo de batallas.
El gran funcionamiento colectivo ante la selección francesa, especialmente en defensa, alimenta el sueño de esa 'campanada' largamente perseguida. Que aparezca esa oportunidad pasa por que el engranaje español siga fluyendo como un reloj suizo y que Pau Gasol no se resienta de la contractura muscular que arrastra desde el duelo ante Lituania.