EL BRITÁNICO MARCÓ UN CRONO DE 13:04.35

Mo Farah gana en los 5.000 metros y suma un nuevo oro en Río

Mo Farah se impuso en la prueba de 5.000 metros al etíope Hagos Gebrhiwet y al estadounidense Bernard Lagat para sumar un nuevo oro en Río de Janeiro, que se suma al ya logrado en la categoría de 10.000 metros. El británico, que no tuvo que lidiar con los kenianos, cosechó un crono de 13:04.35 que le da un nuevo metal dorado en estos Juegos Olímpicos.

ondacero.es

Madrid | 21.08.2016 08:35

Mo Farah posa con sus dos oros olímpicos
Mo Farah posa con sus dos oros olímpicos | Agencia EFE

El británico Mo Farah, cinco veces campeón mundial y europeo en pruebas de fondo (5.000 y 10.000), consumó en Río su segundo doblete olímpico consecutivo al ganar los 5.000 metros con un tiempo de 13:03.30. El etíope Hagos Gebrhiwet llegó segundo en 13:04.35 y el estadounidense Bernard Lagat, de 41 años, consiguió la medalla de bronce con 13:06.78. Sólo un atleta, el finlandés Lasse Viren en Montreal 76, revalidó el mismo doblete del fondo a lo largo de la historia olímpica.

La insólita eliminación de los tres kenianos en primera ronda facilitaba, en teoría, el trabajo de Farah. Por vez primera en 36 años la primera potencia africana del fondo no estaba en la final de 5.000 metros. La batalla quedaba reducida, en consecuencia, a un choque entre el británico y los tres etíopes: Hagos Gebrhiwet, dos veces medallista mundial; Dejen Gebremeskel, subcampeón olímpico y con marca personal siete segundos mejor que la de Farah, y Muktar Edriss, que en 2014, con solo 20 años, encabezó el ránking mundial con 12:54.83.

Acostumbrado a que los kenianos, en su afán por castigar sus piernas, le hicieran de liebre durante diez vueltas antes de tomar personalmente el timón en la penúltima ejecutarlos en un esprint de 500 metros, Farah no cambió de táctica. Ahora fueron los etíopes, Gebrhiwet y Gebremeskel, quienes tomaron el vagón delantero (2:37.40 el primer mil, 5:15.96 el segundo, 7:57.15 el tercero). En ese punto, antes de lo que acostumbra, Farah tomó personalmente el mando de la carrera, que cedió al ugandés Joshua Cheptegei al entrar en el último mil.

La carrera llegó relativamente compacta a la última curva, y cuando parecía que sus rivales se le echaban encima, Farah metió la directa para conseguir su segunda medalla de oro en Río, rematando un nuevo doblete.