Más de 3.500 trabajadores que prestan servicios en las distintas sedes de los Juegos Olímpicos sufren una situación irregular, especialmente en cuanto al cumplimiento de los horarios, según el Ministerio brasileño de Trabajo.
Las cifras anunciadas fueron resultado de una inspección en las instalaciones olímpicas que ya estaba prevista por la administración. Entre las irregularidades, el incumplimiento de los horarios reglamentarios en los establecimientos de venta de alimentos instalados en las arenas olímpicas y el empleo en "negro".
El Ministerio advirtió que las sanciones a Río 2016 pueden llegar a los 300.000 reales (unos 100.000 dólares) por contar con trabajadores sin registrar. La administración ha instado a las empresas a corregir la situación con urgencia, recordando que deben garantizar a los trabajadores jornadas de ocho horas -con un máximo de dos horas extras diarias-, acceso a comedores y agua.