Belmonte, que firmó un crono de 2:13.33, un tiempo peor que el que logró por la mañana, volvió a dar la misma impresión de cansancio que ya le costó la eliminación en los 400 libre.
"Me he encontrado muy rara nadando", señaló Mireia, que nunca pudo entrar en la disputa de la lucha por los puestos de acceso a la gran final de mañana.
De hecho, la nadadora española no abandonó en ningún momento la última posición de la prueba, cada vez más y más descolgada hasta concluir con un crono de 2:13.33, a más de cinco segundos de la ganadora de la segunda semifinal, la húngara Katinka Hosszu, que apenas unos minutos antes había nadado la final de los 100 espalda.
Más lejos quedó todavía quedó la nadadora española de a británica Siobhan-Marie O'Connor, que logró el mejor tiempo de todas las semifinalistas con un registro de 2:07.57, lejos muy lejos, del tiempo firmado por Mireia.
Un tropiezo del que Belmonte, que ya suma una medalla en Río, el bronce logrado en los 400 estilos, se tratará de reponer mañana en las preliminares de los 200 mariposa, la prueba en la que logró la plata hace cuatro años en los Juegos de Londres y en la que la española parte como una de las máximas favoritas al triunfo.