El nadador estadounidense y medallista olímpico Ryan Lochte fue robado a punta de pistola junto a otros tres compañeros deportistas en Río de Janeiro por un grupo de hombres con placas falsas de policía. El incidente tuvo lugar cuando el nadador se encontraba en un taxi a la vuelta de una fiesta de celebración del fin del torneo de natación.
"Nos hicieron parar y llegaron estos tipos con una placa de policía. Sacaron sus armas y nos dijeron que nos tiráramos al suelo. Yo me negué, y entonces un tío amartilló su pistola y me apuntó a la frente", declaró Lochte."Entonces pensé 'pues vale', y me tumbé en el suelo. Nos quitaron nuestro dinero y mi cartera, pero me dejaron el móvil y las credenciales", añadió.
El portavoz del Comité Olímpico estadounidense, Patrick Sandusky, corroboró el suceso en un comunicado oficial en el que precisó que junto a Lochte también resultaron afectados los nadadores Gunnar Bentz,Jack Conger y Jimmy Feigen.
Previamente, el Comité Olímpico Internacional desmintió rotundamente el suceso a pesar de que la madre del nadador informó en un primer momento del incidente. "Puedo deciros que esa historia es absolutamente falsa", declaró el portavoz del COI, Mark Adams, que citó a "oficiales del equipo olímpico de Estados Unidos" en rueda de prensa.
Ileana, la madre del nadador, declaró a los medios que su hijo y otros compañeros del equipo habían sido objeto de un robo a punta de pistola "por hombres armados con pistolas y cuchillos" tras acudir a la fiesta, a la que fueron invitados por el nadador brasileño Thiago Pereira.
"Creo que están todos un poco alterados. Simplemente les quitaron sus carteras y ya está", declaró. Nada más terminar el suceso, Lochte llamó inmediatamente a su madre, que describió el momento como "aterrador".