Alfonso Cabello se ha proclamado campeón paralímpico tras un final muy apretado con su máximo rival, el británico Cundy. Tanto es así que ha necesitado del récord del mundo para llevarse el oro: "Es muy difícil conseguir esto. El rendimiento es de récord del mundo. Para conseguir esto hay que rendir al máximo y además que la suerte esté a favor para colgarme una medalla de oro que tantas noches he soñado".
El cordobés sabía que su rival era muy duro, sin embargo estaba convencido de que su máximo rival era él y si estaba en su mejor marca pelearía por todo como así ha sido. "La máxima es confiar en uno mismo, dar el máximo. Yo no venía a ganar a nadie sino a hacer mi mejor marca, si la hacía sabía que tendría opciones. Que mi rival haya hecho récord del mundo me ha empujado a dar el máximo. En esos momentos se ve quién es un deportista que rinde entrenando y quién el que rinde en competición y esa es la diferencia entre el oro y la plata".
Alfonso es un ídolo en su tierra, Córdoba. No solo por sus éxitos paralímpicos, sino también porque ha conseguido medallas en campeonatos sin discapacidad, lo cuál deja bien claro el nivel que tiene: "Agradecer a mis paisanos el apoyo que me dan, ese último empujoncito se lo debo a ellos. También a mi gente, mi pareja y mi entrenador que son los que hacen que cuando las piernas no dan más te aportan ese gramo de fuerza"
Una medalla que dedica a su gran compañero de entrenamiento: "Si alguien me ha hecho creer en mí mismo es Juan Peralta, mi compañero de entrenamiento y al que debo mucho de la marca que hecho".
No ha terminado la competición para él. Todavía tiene el relevo en el velódromo en el que hay "bastantes opciones de hacerlo bien". Y después competirá en la prueba en ruta. La suya ha sido la tercera medalla española en los Paralímpicos, cuenta que se ha ampliado a cuatro con la de Óscar Salguero en la piscina en el cien braza.