Los triatletas españoles no han podido luchar por la medallas en la prueba masculina de los Juegos Olímpicos de Tokio, donde el noruego Kristian Blummenfelt se ha colgado la medalla de oro, el británico Alex Yee, plata y el neozelandés Hayden Wilde, bronce.
España deberá seguir esperando para sumar la segunda medalla olímpica de su historia en triatlón, después de la plata de Gómez Noya en Londres en 2012. Un mal inicio en el segmento de natación y las durísimas condiciones de calor y humedad liquidaron las opciones de la 'Triarmada' en la capital nipone.
Después de una salida nula, en la que la mitad de los participantes nadó en falso bastantes metros desperdiciando unas fuerzas muy necesarias, arrancó el triatlón olímpico a las 6.30 hora local, un madrugón a duras penas pudo amortiguar la temida dureza de la competición.
Con el agua a 30 grados, los tres españoles, que compitieron casi siempre juntos, se rezagaron 40 segundos después de los 1.500 metros de natación y fueron siempre a remolque. Ante esta situación, tuvieron que hacer un enorme esfuerzo en los 40 kilómetros de ciclismo que acabaron pagando viendo cómo se alejaban las medallas.
Mario Mola entra en el 'Top 10'
El balear Mario Mola protagonizó una notable remontada en los 10 kilómetros finales y consiguió entrar en la décima posición, pero ya estaba demasiado lejos de la pelea por las medallas, donde el calor realizó una dura criba hasta dejar un trío de aspirantes al oro: Blummenfelt, el británico Alex Yee y el neozelandés Hayden Wilde.
El noruego lanzó un ataque letal en la última vuelta y conquistó el mayor logro de su carrera con 11 segundos de ventaja sobre Yee, plata, y 20 respecto a Wilde, bronce. Completamente exhausto tras parar el reloj en 1:45:04, Blummenfelt acabó vomitando sobre la misma línea de meta y la organización lo retiró con una silla de ruedas, aunque sin perder su gran sonrisa.
Fernando Alarza finalizó en duodécima posición y Javier Gómez Noya, fue vigésimo quinto, a dos minutos y 42 segundos del campeón olímpico.