La cantante estadounidense Lady Gaga salió de una estación de metro típicamente parisina, construida para la ocasión junto al Sena, para ofrecer la primera gran actuación musical sorpresa de la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos, con un número de cabaret.
Vestida de negro, la acompañaron una decena de bailarines que portaban pompones rosas y que se encargaron de ocultar la identidad de la artista hasta el momento preciso, ante un público que pasó inmediatamente de la incertidumbre a los aplausos.
Lady Gaga apareció en la primera parte del recorrido por el Sena, muy poco después de que una misteriosa barca con niños y una figura encapuchada lanzase el desfile, en una pequeña barca con la llama olímpica, desde el puente de Austerlitz.
Su actuación incluyó un piano, pero la cantante de 'Poker Face' o 'Born This Way' apenas tocó las teclas brevemente, ya que el principal eje de la actuación era un homenaje al cabaret francés.
Aunque su participación se había mantenido en secreto, la intervención de Lady Gaga en la ceremonia era prácticamente un secreto a voces después de que esta semana hubiera sido avistada en numerosas ocasiones en la capital francesa.
Se trata de figura que no solo es conocida por la música y el cine, sino también por su activismo, en especial por su apoyo a la comunidad LGTBI, que la considera un símbolo.
Lady Gaga se encuentra en la antesala del estreno de la película 'Joker: Folie à Deux' en el Festival de Venecia, que competirá por el León de Oro y en la que comparte cartel con Joaquin Phoenix, y además en mayo anunció su séptimo álbum de estudio.