La española Sandra Sánchez y la japonesa Kiyou Shimizu, campeona y subcampeona del mundo, han disputado la final olímpica de katas, una final soñada para el estreno olímpico de ese deporte entre las dos karatecas que han competido por todos los títulos en las cuatro últimas temporadas.
Las notas idénticas obtenidas por Sánchez con el kata 'Papuren' y por Shimizu con el 'Chibana No Kushanku', puntuados por los jueces con 27,86, las emparejaron en lucha por el oro.
Sandra ha sido la primera de las dos en salir al tatami a realizar el ejercicio de kata. Su rival Shimizu daba la espalda al ejercicio de Sandra. No quería ver lo que estaba realizando.
Sandra había sido la bestia negra de la japonesa a la que se ha impuesto en todas las veces que se han enfrentado. Shimizu ha mostrado una concentración enorme e incluso se le ha visto emocionada al final de su ejercicio.
Sánchez y Shimizu repitieron en el Nippon Budokan de la capital japonesa la final del último campeonato del mundo, en 2018 en Madrid, con el mismo resultado. Llegaba el momento de la decisión. Qué tensión en la cara de las dos deportistas y llegaba el momento de la decisión. La parte técnica ha estado igualada. Ambas 19,60. La parte atlética le ha dado la victoria a Sandra con un 8,46 por 8,20 de la japonesa. Finalmente 28.06 frente a 27.88. La española es la primera campeona olímpica de la historia del kárate: este deporte se estrena en los Juegos de Tokio y la final femenina de katas fue la que abrió el programa.
Las dos medallas de bronce las ganaron la italiana Viviana Bottaro y la hongkonesa Lau Mo Sheung Grace.
Sandra obtiene el segundo oro para España tras el conseguido por Alberto Fernández y Fátima Gálvez en el tiro.
