Simone Biles ha renunciado a defender su oro en Río 2016 en la final del concurso general tras la crisis que sufrió durante la final por equipos tras cometer un error en su primer ejercicio.
Aunque en un primer momento se habló de problemas de tobillo, la propia gimnasta no rehuyó el tema y confesó que se debió a una cuestión mental: "Después de la actuación que hice [en el salto], no quería seguir. Tengo que centrarme en mi salud mental. Tenemos que proteger nuestra mente y nuestro cuerpo y no limitarnos a hacer lo que el mundo quiere que hagamos"
La vacante que deja Biles en la final la va a ocupar la tercera estadounidense en la jornada inicial, Jade Carey, que participó como gimnasta individual y sus notas no computaron en el concurso por equipos.
Biles todavía está inscrita en las cuatro finales por aparatos que se disputan del próximo domingo al martes. De momento, no se ha pronunciado sobre si estará o no.
"El peso del mundo sobre mis hombros"
Antes de la final por equipos, Simone Biles ya había dejado claro la presión que siente en muchas situaciones relacionadas con su deporte: "A veces realmente siento como si tuviera el peso del mundo sobre mis hombros", redactó Biles en una publicación en sus redes sociales. "Sé que lo olvido y hago que parezca que la presión no me afecta, pero maldita sea, ¡a veces es difícil, jajaja!", añadió.
La gimnasta ha recibido multitud de apoyos por visibilizar la importancia de la salud mental y también por su actitud tras la retirada en la final por equipos. Se quedó animando al resto de compañeras, felicitó a las gimnastas rusas por su oro y después compareció ante los medios para abrirse y confesar los motivos que le llevaron a dejar la final.