Si pensamos en salto de altura, solo puede venirnos un nombre a la cabeza. Javier Sotomayor. Sus registros le sitúan como el mejor saltador de la historia.
Con dieciséis años consiguió su primera plusmarca, y el récord actual es suyo con esos 2,45m que superó en una noche mágica del verano del 93 en Salamanca.
En su palmarés figuran dos medallas olímpicas, oro en Barcelona’92 y plata en Sídney’00. dos campeonatos mundiales al aire libre y cuatro en pista cubierta, así como tres títulos panamericanos.
Actualmente es secretario general de la Federación Cubana de Atletismo, una labor que compagina con la que se palpa como su gran pasión, entrenar a su hijo que vive en su segunda tierra, Guadalajara, y que busca seguir el camino profesional de su padre, pero que nadie le quiera comparar porque Javier Sotomayor es incomparable.
Ya está preparado para disfrutar de los Juegos Olímpicos de París, desde otra posición, pero con el ojo puesto en su prueba favorita, que dará comienzo el 2 de agosto. Antes de ello, visita Guadalajara, lugar de donde guarda bonitos recuerdos de entrenamiento, y lo comparte con nosotros.