Los primeros inquilinos de la Villa Olímpica, situada en el distrito de Harumi, en una de las islas artificiales de la bahía de Tokio, han empezado a llegar hoy, pero no han tenido ceremonia de bienvenida como es habitual, aunque si había una importante presencia policial. El repunte de contagios de covid-19 en la ciudad ha obligado a tomar estrictas medidas de seguridad.
La burbuja olímpica
La organización de los Juegos ha pedido a los deportistas, más de 15.000, y al resto de los miembros de las delegaciones que limiten todo lo posible su estancia en la villa. La recomendación es ingresar cinco días antes de competir y abandonarla dos días después de que terminen su participación. El uso de mascarilla será obligatorio en las zonas comunes y cuando no pueda garantizarse una distancia de seguridad apropiada. Fuera de la villa, los deportistas y los periodistas solo podrá moverse en Tokio por los lugares relacionados con las competiciones y aprobados con antelación.
La Villa Olímpica contará con una clínica para gestionar los posibles casos de covid-19, además de otras instalaciones médicas para atender otro tipo de contingencias sanitarias.
La apertura de la Villa Olímpica se produce un día después de la entrada en vigor de un nuevo estado de emergencia sanitaria en Tokio por el aumento de contagios de las últimas semanas y la propagación de cepas más peligrosas y contagiosas del virus. La alarma ha llevado a cancelar la presencia de público en los estadios y pabellones, salvo en las sedes más alejadas de Tokio.
Mensaje del COI a los japoneses
En este contexto, el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach, ha asegurado que Tokio es "la ciudad mejor preparada para la celebración de unos Juegos" pese a la pandemia.
"Esto es incluso más destacable teniendo en cuenta las dificultades que atravesamos debido a la COVID, así que ustedes pueden estar muy orgullosos del trabajo que han hecho", ha dicho Bach, que llegó a Tokio el pasado día 8 y ha guardado una cuarentena de tres días, como deberán hacer todos los participantes llegados desde el extranjero.
El presidente del COI ha querido también lanzar un mensaje de tranquilidad a los japones, el 80 % de los cuales se opone a la celebración de evento por el riesgo que supone para el control de la pandemia. En este sentido, Bach ha asegurado que los japoneses "pueden tener confianza en que estamos tomando todas las medidas posibles para hacer que estos Juegos sean seguros. Todo esto es en solidaridad con el pueblo japonés".