Laurel Hubbard se ha convertido en protagonista del debate internacional en el mundo del deporte tras su reciente victoria en Melbourne.
Hubbard, de 39 años, se proclamó campeona del campeonato internacional de Australia de halterofilia, convirtiéndose en la primera persona transgénero que se hacía con la victoria en su competición. Muchos celebraron esta victoria, pero hubo otros que cuestionaron si su participación era justa o no en este certamen.
La normativa del COI al respecto
Lo cierto es que Hubbard ha pasado todos los test de testosterona en los últimos 12 meses, lo que le da derecho a competir en la competición femenina. A día de hoy, sigue siendo un hombre, pero con la nueva normativa establecida por el COI puede participar en estas competiciones.
Antes, el Comité Olímpico Internacional tenía una estricta normativa en la que se requería una operación y dos años de tratamiento hormonal antes de empezar a competir en otra categoría, mientras que ahora no es necesario someterse a una operación.
Además, en los casos en los que se pase de una competición masculina a una femenina se tendrá que pasar unos test para medir los niveles de testosterona para un año determinado.
Las críticas recibidas
Laurel ganó a su rival por una diferencia de 20 kilos, algo que no gustó a una de sus rivales, Fassina, que acabó tercera. "Ella es quien es, esa es la manera en la que la política y los neozelandeses lo han decidido, no hay mucho que pueda decir", reconoció.
Deborah Acason, que acudió en dos ocasiones a unos Juegos Olímpicos, fue más allá en sus críticas: "Si yo estuviese en esa categoría, no me sentiría en una situación de igualdad. Si no es justo, ¿por qué estamos haciendo deporte?".