El Bayern, con respecto al último partido contra el Werder Bremen, sólo hizo un cambio en la alineación titular y Carlo Ancelotti hizo debutar al portugués Renato Sanches dejando en el banquillo al chileno Arturo Vidal, recién llegado de la eliminatoria mundialista sudamericana. Renato Sanches mostró que todavía le falta acostumbrarse a las características de la Bundesliga, subió la presión mordiente del Schalke, perdió demasiados balones y estuvo con frecuencia mal en el pase.
Eso hacía más evidente la ausencia de Vidal que miraba el partido desde el banquillo. El Bayern apostaba ante todo a lo que hacía Franck Ribery por la banda izquierda donde tuvo varios desbordes interesantes. Sin embargo, la mejor oportunidad para los bávaros en la primera parte llegó por la derecha, en el minuto 24, con un gran pase de Thiago Alcántara a Thomas Müller cuyo centro alcanzó a Ribery que remató desviado.
De parte del Schalke, la mejor ocasión se dio en el 38, con un buen desborde de Knpor la izquierda que terminó en un centro que no alcanzó a aprovechar Klaas-Jan Huntelaar. El partido era parejo y el Schalke por momentos incluso parecía llevar la mejor parte de una confrontación que había logrado llevar por momentos al terreno de lo físico.
Ancelotti mueve el banquillo
En el minuto 56 llegó la primera gran oportunidad para el Schalke en la segunda parte cuando Huntelaar estrelló contra el larguero un disparo desde fuera del área. Pasada la hora de juego Ancelotti movió el banquillo dándole pase a Vidal que entró por Xabi Alonso y al brasileño Douglas Costa, que entró por Ribery. Diez minutos más tarde Joshua Kimmich entró por Renato Sanches.
Al final, en los últimos diez minutos, el Bayern logró sacar los tres puntos en un partido que apuntaba a un empate sin goles. Primero vino el gol de Lewandowski, en el minuto 81, que marcó con un remate dentro del área tras recibir un gran pase de Javi Martínez desde la raya central. Kimmich marcó el segundo en el minuto 91, a pase de Lewandowski, en un contragolpe que se había iniciado con un robo de balón de Vidal cerca del área del Bayern.
