El Arsenal remontó dos goles de desventaja en su visita al Ludogorets (2-3), con un tanto final para enmarcar del alemán Mesut Özil, que sirvió para firmar su pase a octavos de final tras cuatro jornadas disputadas. La diferencia de calidad entre Arsenal y Ludogorets quedó demostrada en el Emirates con el contundente 6-0.
Escoció en el equipo búlgaro que salió con ganas de dar una alegría a su afición ante un histórico y en quince minutos ganaban 2-0. Pese al dominio inicial del Arsenal, dueño de la posesión, dos errores defensivos le costaron goles. El primero llegó en una falta lateral, cuando Jonathan Cafú marcaba libre de marca y a placer en carrera a un metro de Ospina.
Era el minuto 12 y tan solo tres después un contragolpe liderado por Cafú lo cerraba con una gran asistencia a Keseru. Sacó el carácter ganador el Arsenal, liderado en ataque por Ozil, para plasmar finalmente su dominio abrumador en el marcador.
El 'mago' alemán regaló el primer tanto tras una acción por banda izquierda que concluyó con pase atrás a Xhaka, que desde el punto de penalti devolvía el pulso a su equipo con el remate de zurda. La paciencia marcaba el juego del Arsenal ante un rival que se fue encerrando y busco generar daño con la velocidad al contragolpe.
El Arsenal no se rinde en la segunda parte
Alexis buscaba el empate pero no encontraba portería y el acierto en el remate lo ponía Giroud para igualar el encuentro a tres minutos del descanso tras centro desde el costado derecho de Ramsey. No cambiaría el panorama en la segunda mitad, con el Arsenal convencido de lograr el triunfo, aunque se llevó algún buen susto que hizo brillar a Ospina ante Wenderson.
Tuvo dos consecutivas, la primera la resolvió con un disparo cruzado raso y el segundo en un mano a mano que detuvo el meta colombiano tras la pasividad de la defensa londinense. La ambición tuvo premio para el Arsenal a dos minutos del final cuando el Ludogorets pecó de inocencia al buscar el triunfo en una acción, que le hizo descuidar su defensa y los espacios los aprovechó Ozil para crear una obra de arte de un balón largo. Picó el balón a la salida de Borjan y sentó en el césped a dos defensas con recortes antes de marcar a puerta vacía.