Dos días después de su primera victoria en el Giro, Mikel Landa (Astana) logró su segundo triunfo en la decimosexta etapa, y el líder Alberto Contador se apuntó al festival español aumentando su ventaja sobre el italiano Fabio Aru después de haber pasado un susto en el Mortirolo por culpa de un pinchazo.
Landa recorrió en 5h02:53 los 174 km entre Pinzolo y Aprica, con el Mortirolo en el trayecto y final en un puerto de tercera. Contador llegó tercero, a 38 segundos junto con el holandés Steven Kruijswijk, y Aru se dejó 2:51.
A 65 km de meta el pelotón se fraccionó en una bajada y Contador, que había sufrido un pinchazo, se quedó cortado del grupo de Fabio Aru, del que tiraban con fuerza su propio equipo, el Astana, con cinco miembros, y el Katusha ruso con tres.
El español sólo tenía la ayuda de su compañero el checo Roman Kreuziger y la diferencia era de 53 segundos en la base del temible Mortirolo, donde el líder tuvo que asumir personalmente el trabajo de persecución.
Contador encontró la ayuda fugaz de Igor Antón (Movistar) y la diferencia con Aru bajó a los 28 segundos. A 39 km del final, en solitario, el madrileño logró, finalmente, atrapar a Mikel Landa y Fabio Aru.
Minutos después el italiano dio muestras de flaqueza y no pudo aguantar el ritmo de Contador, que se quedó en cabeza con Landa y el holandés Steven Kruijswijk (Loto). En el descenso quien pinchó fue Aru, cuando estaba a 1:50 del trío delantero. Landa atacó a 4 km de meta y Contador le dejó escapar. Se había dejado muchas energías en el Mortirolo y se conformó con aumentar su ventaja sobre Fabio Aru.