Un primer día de competición corto en el tramo cronometrado (especial) pero con gran importancia ya que además de contar para la clasificación final los 15 primeros elegirán, por orden inverso, su posición en la salida de la especial 1B pudiendo evitar abrir pista o salir muy atrás y ser perjudicados por el tráfico.
Además, el prólogo les servirá a los pilotos para seguir adaptándose a sus coches, ya que tienen por delante 815 kilómetros de enlace (con una velocidad máxima establecida de entre 100 y 120 kilómetros por hora) hasta llegar al campamento en Ha’il.
Desde el primer día quiso marcar territorio Al-Attiyah. El catarí, ganador de tres ediciones del Dakar (2011, 2015 y 2019) reconoció en la previa que ganar el cuarto en Arabia Saudí era algo “muy importante para él”, y no se quiso dejar nada. 19 kilómetros con más de la mitad (57 por 100) sobre arena en 10 minutos y 56 segundos para liderar la clasificación.
Por detrás le siguen sus principales rivales, a excepción del francés Stéphane Peterhansel, 14 veces ganador del Dakar -seis en moto y ocho en coche- y que se dejó un minuto y 12 segundos.
El que sí apretó a Al-Attiyah fue su compañero en Audi, que presenta un innovador vehículo híbrido, Carlos Sainz. A solo 12 segundos se quedó el español y por detrás, y con el mismo tiempo ambos (11:32) los sudafricanos Baragwanath y Henk Lategan (Toyota).
El francés Sebastien Loeb (Bahrain Raid Xtreme) acabó en quinta posición, a 37 segundos del líder Al-Attiyah, seguido del piloto local Yazeed Al Rajhi (Toyota) con 11 minutos y 43 segundos, mientras que el español Nani Roma (Bahrain Raid Xtreme), ganador del Dakar en motos en 2004 y en coches en 2014, acabó en séptimo lugar (11 minutos y 45 segundos).