Ángel Charte cuenta con una amplia experiencia en el Mundial de MotoGP. Es jefe del Servicio de Medicina Interna del Hospital Dexeus en Barcelona y director médico del Servicio Quirónsalud de MotoGP. Llega una década velando por la salud física y mental de los pilotos del Mundial y destaca la importancia de la llegada del vehículo medicalizado a la máxima competición del motociclismo.
¿Cuándo surgió la idea de contar con un vehículo medicalizado?
Se creó hace diez años a raíz del accidente de Marco Simoncelli. Dorna vio necesario mejorar la seguridad de los pilotos. A lo largo del año tenemos muchos politraumatismos, pero al menos en ocho o nueve ocasiones son severos y requiere una atención más urgente. Disponemos de dos coches BMW, el Omega 1 y el Omega 2, son como una UCI ambulante y están capacitados para todo, fundamentalmente para preservar la vida del piloto que ha sufrido el traumatismo.
¿Cuál es vuestra misión principal en momentos como esos?
Podríamos resumirlo en que la misión principal es estabilizar hemodinámicamente al paciente, liberar la vía aérea y realizar las tareas de animación cardiopulmonar, que es lo que se hace en cualquier hospital. Hacemos todo lo necesario en ese primer momento y tratamos siempre que sea posible sacar al paciente con vida, para proceder después a la evacuación por vía terrestre o aérea, dependiendo de las situaciones y de la distancia que haya del hospital de referencia.
A lo largo de los años que lleva usted al frente se habrá encontrado con situaciones muy complicadas
Hemos tenido situaciones como por ejemplo la de Luís Salom o Jason Dupasquier y son muy duras, pero afortunadamente hemos podido atender a muchos pilotos en poco tiempo que ha salvado vidas.
¿Los dos coches aunque sean modelos diferentes de BMW constan de lo mismo?
Son iguales. Cuentan con los mismos medios y lo que cambia es la situación en el circuito. Uno está al final del pit lane, o lo que es lo mismo, al comienzo del circuito, estando el otro vehículo a mitad del trazado. En cuanto al personal, ambos cuentan con un piloto experto en conducción rápida, de un médico intensivista y un enfermero especializado en traumatismos severos.
¿Cuenta con el mismo personal en todos los circuitos?
Antes llevábamos nuestro equipo, pero en algunos países había cierta polémica y entonces se tomó la decisión de que en el país que no llevamos mi equipo, hago un proceso de selección muy exigente, con formación y experiencia demostrada, no puede ser de otra manera. Con el tiempo ya cuentan con una experiencia en los circuitos y hace que todo sea más fácil cuando organizamos la previa de un Gran Premio.
¿Cómo es el protocolo de actuación cuando ocurre un accidente grave?
Hay dos partes, la del viernes y sábado con motivo de los libres y clasificatorias, en la que suelo estar en mi despacho o en control de carrera, y luego el domingo doy la primera vuelta y después ya estoy en control de carrera, en la que si ocurre algo entre todas las partes tomamos la decisión de sacar una bandera roja para acudir inmediatamente y atender al piloto accidentado.
¿Cuánto tiempo se tarda en acudir al lugar del accidente?
Por la experiencia que tenemos se suele tardar unos cuarenta segundos y depende del lugar del accidente uno coche suele llegar un poco antes o después que el otro. El médico que llega primero es el que se encarga de la vía aérea, el enfermero y el otro médico empiezan a trabajar también hasta que llego yo y entre todos tratamos de salvar la vida del piloto, que es nuestro principal objetivo. Una vez se va al hospital iniciamos ya la parte de contacto con otras especialidades como intensivos, cirugía y otras, teniendo un control más directo entre todos de la situación y proceder a las intervenciones en caso que sea necesario.
¿Qué coordinación hay con los hospitales de referencia?
Antes de llegar a cada carrera nos ponemos en contacto con el director médico del hospital de referencia y coordinamos todo bien. Con el paso de los años todo es más fácil ya que la experiencia es un grado y tengo que decir que aquí en Motorland contamos con Clemente, una persona extraordinaria que facilita extraordinariamente las cosas, cosa que no ocurre en todos los lugares del mundo.
De lo que no cabe ninguna duda es que se ha mejorado considerablemente la seguridad y la atención primaria en un circuito
Se ha mejorado mucho. Hay que tener en cuenta que antes de todo esto, el piloto se cargaba en una ambulancia y hasta que recibía las primeras atenciones se tardaba entre cinco a seis minutos y en ese tiempo las secuelas pueden ser fatales para una persona. De todas formas hay que seguir avanzando y últimamente hemos introducido nuevos cambios que pensamos son positivos.
¿Como cuáles?
Estamos teniendo más control sobre los pilotos, de manera que tratemos de evitar que los pilotos no compitan si las condiciones físicas no lo permiten. Se les exige una serie de pruebas muy potentes que garantice unos mínimos. Por ejemplo con el caso reciente de Marc Márquez se le solicitó un documento de la Clínica Mayo, una prueba realizada con 72 horas antes de su llegada y así ver que su estado es compatible con estar el fin de semana compitiendo con seguridad, pensando en él y en el resto de los pilotos de la parrilla. En este caso trajo todo lo que se solicitó y efectivamente pudimos comprobar que cumplía los requisitos.
Muchas veces se ha comentado la opción de establecer unos tiempos mínimos de recuperación
Es que esto es un tema muy delicado ya que en medicina dos más dos en alguna ocasión no son cuatro ya que no todas las lesiones son iguales y no todas las partes del cuerpo son iguales. Siguiendo con el tema de Marc Márquez, en un principio su lesión no parecía que tenía mucha gravedad, pero ha habido complicaciones y nos ha servido también para cambiar otro artículo del código médico para endurecer aún más las pruebas. La finalidad es seguir mejorando, teniendo en cuenta y vuelvo a repetirlo que la medicina no es una ciencia exacta.
Usted que tiene mucha experiencia puede dar constancia de que los pilotos tienen una capacidad de sacrificio enorme
Hay que dejar claro que son personas como cualquier otra, pero la pasión que tienen y las ganas de correr hace que afronten estas situaciones. Los pilotos no son de goma, pero aprenden a controlar las situaciones, saben protegerse cuando se caen y luego tienen una asistencia posterior en la rehabilitación muy superior a la de cualquier ciudadano normal, pero hay que reconocer el mérito que tienen.