Carlos Sainz ha tenido en Australia una carrera que querrá olvidar cuanto antes. No por el resultado, pues sumó un punto, sino por todo lo que sufrió por conseguirlo. El madrileño admite que estuvo cerca de vomitar en el coche por un problema en la bomba de agua. "El chorro me escupía líquido en la cara durante las primeras vueltas. No me notaba bien", dice.
"Estoy regular. La bomba del agua falló y bebí demasiado. Con el coche de seguridad casi vomito. Llevaba mucho líquido en el estómago y notaba como se me movía de lado a lado. Pude sobrevivir y llegar a la meta", afirma.
Sainz dice que también pudo sufrir un "corte de digestión": "Ha sido muy incómodo con las fuerzas G. Notaba el agua moviéndose de lado a lado en el estómago. Lo he pasado bastante mal. No puedes apretar ni ir al cien por cien".