Carlos Tatay visitó el jueves pasado las oficinas de Pont Grup en Málaga. Lleno de vitalidad y con una sonrisa como su mejor aliada, el actual piloto de cuatro ruedas nos contó con detalle sus nuevos retos e hizo balance de todo lo que ha vivido en estos últimos nueve meses desde su lesión medular.
Tatay (Alacuás, 20 años) creció entre el olor a gasolina, la fragancia favorita de los que se dedican al deporte de motor. Con tres años su padre le regaló un quad, y ahí empezó todo. Fue subiendo de categorías con facilidad hasta llegar al Mundial de Moto3, donde logró subirse al podio. Después, volvió al Campeonato de Europa de Moto2 y, en tan solo tres carreras, se hizo con la victoria, una victoria que le llevaría firmar por un puesto en el Mundial de Moto2 en la siguiente temporada. Pero un accidente el pasado 2 de julio de 2023 durante la primera carrera en el circuito de Portimao, le arrebató ese sueño. Sin embargo, vida solo hay una y hay que seguir soñando, con la misma fragancia y, como dice el propio Carlos, “añadiendo dos ruedas más a todo”.
Hace casi nueve meses desde el accidente que sufriste en Portimao, ¿cómo te encuentras ahora mismo?
“Primero de todo, estoy encantadísimo de estar aquí y la verdad es que estoy muy bien, voy mejorando día tras día. No significa que tenga expectativas de andar, pero en cuanto a calidad de vida sí estoy mejorando muchísimo, controlando cada vez más el abdomen y la lumbar, y esto se traduce en que el día a día lo disfruto mucho más, puedo hacer más locuras”.
¿Qué balance haces de estos nueve meses de recuperación?
“Muy positivo. Sobre todo, me he dado cuenta de la suerte que tengo en mi vida, de las personas que han estado a mi alrededor y con las que hemos sacado este barco hacia delante. Ahora estoy disfrutando y creando una nueva vida con nuevos objetivos, nuevos retos. También estoy más metido en el mundo de las redes sociales y esto me está ayudando a tener el mismo estilo de vida que tenía, pero añadiéndole dos ruedas más a todo”. (Sonríe).
¿Cómo es la situación actual con las federaciones?
“Me gustaría dar buenas noticias, pero no hay novedades. Están ambas federaciones demandadas y estamos a espera de juicio. Mis abogados están tranquilos, están intentando regular la ley del deporte que salió nueva en 2023. El primer paso es que un juez decida cuál de las dos federaciones se tiene que hacer cargo o qué porcentaje cada una y, a partir de ahí, reclamar todo lo que no han pagado durante estos meses y futuros gastos que aún necesito para mi rehabilitación”.
¿Cómo es el día a día de Carlos Tatay?
“Vivo día a día, cada día es una locura y estoy muy contento por esto. Voy al gimnasio, a rehabilitación, tengo bastantes reuniones, entreno con el kart… Me gusta mucho editar los vídeos, son cosecha propia y me ayuda a desconectar. Lo positivo es que la rehabilitación ha pasado a un segundo plano, ya no es el pilar fundamental de mi vida. Esto significa que hay otros objetivos en mente y que hay cosas muy chulas por delante, y es lo que me ayuda a levantarme cada día con ganas”.
¿Cómo llegó la idea de probar con los karts?
“Me llegó la idea después de la última depresión que pasé en casa. Al volver a casa tuve un chute de energía porque la gente que antes no te podía ver, venía constantemente durante dos semanas y entonces te crees que tienes una vida muy divertida. Pero después, para todo el mundo, la vida continúa y es cuando te sientes solo. Te das cuenta de que estás lejos de todos, de que no puedes moverte, no tienes independencia… y eso me mató. Un día por la mañana llamé a mi amigo y le dije que teníamos que buscar un kart y adaptarlo. Me buscó uno y fuimos a recogerlo. ¿Por qué el kart? Porque es la manera más económica y fácil de entrenar. Es lo que me libera de todo”.
¿Qué sensación tuviste cuando te montaste por primera vez?
“Pues al principio tenía tantas sensaciones mezcladas que ni sonreía, pero cuando llegué a casa supe que era lo mío porque no pensaba. Tocaba los mandos, metía marchas, aceleraba, frenaba… sin pensar y esto no es normal porque cuando tienes todos los mandos en el volante y solo dos manos para manejarlo, no es fácil de gestionar. Y fue ahí cuando dije, puede ser que podamos orientar mi vida por aquí”.
Dijiste que uno de tus objetivos era ir a la Baja Aragón este año, ¿cómo va ese proyecto?
“Hay muchas opciones, pero lo estamos mirando detenidamente porque habría que ver si mi buggy pasa todas las homologaciones. Lo bueno es que he notado que hay muchísimo apoyo para gente con discapacidad en automovilismo y esto es muy positivo y me están ayudando mucho para que pueda competir. La idea sí es hacerla, bajo una estructura propia, lo más económico posible y, sobre todo, salir a carrera sin ningún objetivo más que el de volver a disfrutar de la competición y de este mundo. Tengo ganas de volver a la competición”.
¿Sería el Dakar un próximo paso?
“Ojalá. (Sonríe con brillos en los ojos). Es cierto que, hablando con Albert Llovera, que me está ayudando mucho, me ha dicho que para el Dakar siempre hay tiempo, que puede serlo, pero que él no lo pondría como primer objetivo. A mí me tira mucho, el año que viene creo que no, pero es algo que tengo en mente”. “No se me ha olvidado pilotar”
Viniendo de competir con motos, ¿qué diferencias y qué puntos en común ves entre las dos ruedas y el kart?
“En pista estás en una situación muy parecida, los puntos de referencia son muy parejos. Ahora mismo busco algo más de diversión como puede ser rodar en tierra. Sí que es verdad que con el kart en solo cuatro días que he ido me he quedado a un segundo de los mejores (en la misma categoría). Los puntos de referencia no cambian y no se me ha olvidado pilotar (risas)”.
Después del accidente, has tenido ayudas de marcas y personas que te han brindado su ayuda.
¿Cómo ha sido todo este soporte externo que se ha sumado al “equipo Tatay”?
“Es muy guay, porque cuando estás en Toledo te sientes en lo más bajo de tu vida. Pasas de la gloria al fracaso en medio segundo. Cuando me llamaban los patrocinadores les preguntaba si estaban seguros, porque todavía no sabía hacia dónde iba a tirar mi vida, no tenía casa, ni coche… no sabía qué iba a ser de mí.
Por parte de algunos, en este caso Pont Grup, la respuesta fue “nos da completamente igual, vamos a ir contigo a por todas”, y me da mucha motivación porque me da la sensación de que no estoy solo y que puedo continuar haciendo lo que me gusta”.
¿Estás siguiendo el Mundial de Motociclismo?
“Sí, sí, por supuesto”.
¿Crees que se repetirá el adelantamiento de Pedro Acosta a Marc Márquez?
“Yo creo que sí, lo va a intentar. No es un piloto que se achique por nada, yo competí con él en 2019 en la Rookies Cup y nos hemos juntado en muchas categorías de pequeños. Es un piloto valiente, descarado y que le da igual el dorsal o el color que lleves en la moto, te conviertes en uno más”.
Ya te has mojado un poco, pero, ¿cuál sería tu porra de campeones este año?
“David Alonso en Moto3. En Moto2, no lo tengo muy claro, pero te diría Tony Arbolino; y en MotoGP apuesto por Pecco Bagnaia. Aunque sea muy difícil encadenar tres títulos seguidos de MotoGP, me decanto por Pecco por la mente fría que tiene y por cómo es capaz de darle la vuelta en muchas situaciones el domingo, es muy bueno. Ojalá sea para un español, pero creo que va a ser él”