La seguridad activa y pasiva es un aspecto clave en las carreras de MotoGP. A lo largo de los años son muchas las mejoras que se han ido practicando, con circuitos más modernos y motos con la tecnología más avanzada que garantiza carreras mucho más seguras. Pero si tenemos que elegir algo fundamental en la protección de un piloto, sin lugar a dudas estaría el casco.
MT es una empresa española que empezó sus andaduras en 1968 en Cartagena y que ha ido creciendo hasta convertirse en una marca internacional, con producción en China, India y Brasil, que ha entrado con fuerza en el Mundial de MotoGP con pilotos como el Campeón del Mundo de Moto3 Pedro Acosta entre otros.
Una marca española, entre las mejores del mundo
José Benavente, Director de Comunicaciones de MT nos comenta la importancia que tiene que una marca española esté a la altura de los mejores cascos del mundo: "Es un orgullo que tengamos una marca española que venda cascos en 117 países y que entre otros pilotos tengamos al Campeón del Mundo de Moto3 llevando nuestro casco. Todavía tenemos que seguir avanzando en marketing en el sentido de que todavía hay mucha gente de nuestro país que piensa que todavía no estamos en el escalafón de otras marcas, pero podemos decir que fuimos los terceros en superar la nueva homologación de la Federación Internacional de Motociclismo, poniéndonos por delante de otras que les ha costado mucho más superar los requisitos. Podemos presumir que todas las mejoras que vamos haciendo en las carreras se aplican de manera inmediata en nuestros modelos a la venta, por lo que un cliente que compre un casco, cuenta con todas las mejoras efectuadas en los circuitos".
Para la marca española, el entrar en el Mundial de MotoGP y en las categorías inferiores ha sido clave para evolucionar en materia de seguridad: "En la sede central de Cartagena hay un equipo de cuatro ingenieros que se encargan del desarrollo de los cascos y todos son muy aficionados al mundo del motor, por lo que se implican al máximo. Luego hay más personas con mucha experiencia que ayudan a que estemos a la altura de los mejores ahora mismo. Y luego un aspecto fundamental es la opinión de pilotos como Pedro Acosta, que han sido clave para mejorar en seguridad y peso y así superar la homologación, o de Yamanaka, a la hora de confeccionar un casco con las medidas adecuadas a los asiáticos y así abrir el mercado en un continente con tanta población y que tiene un mercado muy importante".
Una persona muy importante en el operativo de la marca de cascos española en los circuitos es Iván Silva, un piloto con mucha experiencia en las carreras y que ahora se encarga de cuidar los cascos de los pilotos durante un Gran Premio: "El operativo de un fin de semana de carreras es más o menos similar en todas ellas. El jueves los pilotos van viniendo y te traen sus cascos, nos reunimos para ver las condiciones meteorológicas y solemos montar una unidad o dos de oscuro, de intermedio y uno de agua ya que un chaparrón te puede caer en cualquier momento. Suelo tener entre cuatro y seis cascos por Gran Premio para cada piloto ya que pueden sufrir alguna caída y tienen que contar con un número suficiente para el fin de semana. Y luego también depende del tipo de circuito se adapta un poco, como por ejemplo en Mugello, donde se sale de la cúpula a una velocidad muy elevada a final de recta y algunos te piden que ajusten un poco más en la zona de los mofletes o la frente para que el casco no se le mueva apenas".
Clave la opinión de los pilotos
Luego durante el fin de semana se van haciendo algunos ajustes, dependiendo de las necesidades de cada piloto: "Hay algunos pilotos que una vez en la pista van viendo cosas a mejorar, como por ejemplo en algunos circuitos en alguna curva quieren tener más visión y entonces se le levanta un poco el casco, o que deciden cambiar sobre la marcha la visera que llevan por una más clara o más oscura. Y luego están las tareas básicas de mantenimiento del fin de semana, como limpieza y puesta de las tiras de protección en la visera, que ellos van quitando conforme van pasando las vueltas. Para la limpieza hemos ido probando diferentes productos, aunque al final he decidido hacer una pequeña mezcla con agua destilada y un producto que elimina las impurezas. Para interiores utilizo un producto desinfectante de tejidos y después de cada sesión se lo aplico y con aire caliente se seca y queda impecable".
Y como cada piloto es diferente, a la hora de cambiar los cascos, cada uno tiene sus manías: "Algunos pilotos lo cambian frecuentemente, pero por ejemplo Pedro Acosta desde la carrera de Le Mans no ha querido utilizar otro casco, salvo caída en el que como es lógico si se daña hay que cambiarlo. Si un piloto quiere mantener el casco lo que vamos haciendo es cambiar los interiores cada tres o cuatro carreras y con eso es suficiente".
Ivan es la persona que está en contacto más directo con los pilotos, por lo que la información que recibe de ellos y la experiencia como piloto es clave para transmitir a los ingenieros las mejoras a efectuar: "En estos últimos años hemos mejorado mucho y depende del modelo las evoluciones son mayores o menores. Un aspecto fundamental fue superar la homologación FIM y ahora tenemos un modelo muy consolidado y las evoluciones son menores, aunque siempre hay alguna mejora, como el sistema de tornillo que hemos implantado para la competición o el cierre de seguridad. Los pilotos siempre cada temporada te van diciendo aspectos a mejorar y tratamos de hacer caso a sus peticiones y con mi experiencia trato de aportar mi granito de arena y transmitir toda la información a los ingenieros y con todo, seguir mejorando en la seguridad de los pilotos y de los clientes".