Fue llegar y besar el santo para Fernando Alonso en Indianápolis. 24 horas después de finalizar el GP de España de Fórmula 1, el asturiano se subió a su monoplaza de la Indy para dejar claro a todo el mundo que no ha ido a pasear, sino a ganar.
Alonso finalizó primero en la tanda que medía únicamente a los 'rookies' de la competición, impidiendo que le sobrepasaran durante toda la sesión y mejorando sus tiempos a cada vuelta que pasaba.
Era una muy buena primera toma de contacto, con Oriol Serviá detrás suyo y dejando muy buenas sensaciones también. Sin embargo, la cosa cambió cuando entraron todos los pilotos que disputarán las 500 millas el próximo 28 de mayo.
En esa tanda, que acabó a las doce de la noche hora española, Alonso finalizó en 19ª posición, quedándose lejos de la cabeza aunque con muy buenas sensaciones. Serviá, por su parte, fue 11º. El líder de la sesión fue el compañero de Alonso, Marco Andretti.