Hamilton es el rey de la velocidad. El rey de las poles. El rey de la clasificación de Monza. El británico ha sido el mejor, está siendo el mejor, y eso le lleva a salir de nuevo desde la primera posición de un gran premio. Del Gran Premio de Italia, y es que el sábado ha sido suyo y se ha impuesto a Raikkonen, a Vettel y a un Nico Rosberg que ha tenido que poner el motor de Bélgica ante la infinidad de problemas que tenía.
No tuvo rival entonces, aunque de haber estado 'sano' posiblemente tampoco lo habría tenido. Lewis, y su super Mercedes, ha sido dominador total y absoluto en Monza. Él mismo sabía que lo tenía todo bajo su control. Que no tenía más que perder, pues tan fácil era que lo que no fuera ser el primero sería un fracaso. Sí, mucha presión quizá, pero el británico ya ha demostrado que sabe convivir con ella. Y que incluso le gusta.
La verdad es que su exhibición ha sido total. Al igual que la exhibición que ha dado Mercedes en cuanto a poder de motor. Estaba claro, iba a ser clasificación de motor y va a ser carrera de motor. Su superioridad ha sido total, y de todos los coches que cargan sus unidades de potencia tan solo el de Maldonado se quedó fuera de Q3. Ferrari hizo lo que pudo, y los de la 'Scuderia', corriendo en casa, dieron la cara para ser un más que digno rival de los alemanes. Al final, segundo y tercero fueron Kimi y Seb.
Renault y Honda, a otro nivel... mucho más bajo
Sí, no hemos dicho nada de los Renault. El mejor de todos ellos fue el Toro Rosso de Carlos Sainz, que terminó 13º y que con las sanciones saldrá 18º. El madrileño dio una vuelta en Q2 para marcar crono pero sin intención de luchar por estar entre los diez mejores. El resto de sus coches, por abajo. Kvyat y Ricciardo detrás. Y Verstappen, que no iba a salir, habría hecho mejor no haciéndolo. Perdió la cubierta motor de su coche y a punto estuvo de provocar una desgracia.
Y si Renault no estuvo, Honda tampoco. Tampoco va a estar, desde el punto de vista competitivo claro está. Fernando Alonso y Jenson Button, como dijo el asturiano, se dedicaron a competir el uno contra el otro en un duelo que se llevó el británicco. El bicampeón se encontró con tráfico, y además con la bandera amarilla de Max Verstappen. Poco pudo hacer ante eso. Y poco pudo hacer Merhi para superar a Will Stevens.
Ferrari, a por la reconquista
Pero queda la carrera. Una carrera en la que Mercedes y Lewis Hamilton parten con ventaja pero mucho ojo a los chicos de rojo, pues corren en casa y tiene potencial para, por qué no, aprovechar cualquier situación y llevarse los 25 puntos. Toca Italia, toca el Templo de la velocidad. Toca mostrar la enorme diferencia que hay entre motoristas en un año en el que el poderío alemán está siendo incluso mayor que en 2014.