El español Fernando Alonso (Alpine) confesó este domingo, al final del Gran Premio de Estados Unidos de Fórmula 1, que el "susto" del toque con el canadiense Lance Stroll (Aston Martin) todavía lo tenía "en el cuerpo".
Alonso había cogido la aspiración de Stroll y, cuando le pasaba, el que será su compañero de equipo el próximo año hizo un movimiento tardío que llevó al monoplaza del asturiano a hacer un caballito que, milagrosamente, acabó en un susto y que no impidió al asturiano completar la carrera.
"Estoy contento de esta aquí porque podía estar en el centro médico. Estoy contento por eso", indicó. Alonso explicó que el accidente fue "mala suerte" y admitió que cuando su coche estaba "en el aire tenía un poco de miedo" porque si se iba "hacia las vallas exteriores" podía hacer "un 360 y es peligroso".
Relató que en ese momento pensaba que "se acababa la carrera", pero al final logró llegar a boxes, donde le cambiaron los neumáticos y pudo continuar para acabar séptimo. "Parece increíble", dijo el bicampeón del mundo, para el que fue "la mejor carrera del año", "empujando en las últimas vueltas como si fuera de crono".
"El susto todavía lo tengo en el cuerpo. En las últimas 20 vueltas iba pensando en el accidente y solo quería acabar la carrera", advirtió Alonso.