La vuelta más deseada. La espera más larga. Frases que a buen seguro han rondado la cabeza de Marc Márquez en las últimas horas. Y es que el piloto de Cervera ya ve la luz al final del túnel. Desde aquel fatídico 19 de julio en el que se fue al suelo en Jerez fracturándose el húmero de su brazo derecho han pasado casi nueve meses que han sido todo un calvario para el campeón español.
Tras pasar dos veces por quirófano, Marc Márquez tuvo que tomar la decisión de no volver a participar en el Mundial de 2020. Su objetivo era claro: estar listo para el arranque en 2021. Pero la cicatrización de su lesión no fue por buen camino y los parones en su recuperación fueron constantes. Finalmente llegó una tercera operación, el pasado diciembre, que volvió a poner al catalán contra las cuerdas.
Ante el comienzo del Mundial con las dos primeras citas de Qatar, se desataron los rumores sobre su regreso, aunque finalmente Márquez no estuvo en ninguna de las dos carreras. El español reconoce ahora que quería volver, pero los médicos le pararon los pies y les hizo caso. Ahora, con el visto bueno de los galenos, Márquez regresa este fin de semana para el Gran Premio de Portugal en un circuito casi desconocido para él: apenas ha rodado allí en un par de test.
¿Podrá Marc Márquez luchar por el Mundial de Moto GP?
Esa es la gran pregunta que todo el mundo se hace. Incluso el propio Marc. Su hombro ha respondido bien en las primeras pruebas, aunque el piloto español reconoce que esta primera carrera le servirá para ver realmente cuáles son sus sensaciones. Parece complicado que pueda estar ya con los mejores, aunque si alguien es capaz de lograrlo ese es Marc Márquez.
El piloto de Honda comienza el Mundial con dos carreras de desventaja, dos ceros que intentará remontar en las 17 citas que le quedan al calendario. El líder del Mundial, el francés Zarco, ya suma 40 puntos, seguido de Viñales y Quartararo con 36. El vigente campeón,Joan Mir, acumula sólo 22. El reto es considerable, pero seguro que Marc Márquez regresa con ganas de demostrar su madera de campeón.