Valentino Rossi ha decidido colgar las botas al final de temporada. Finaliza su etapa como piloto, la vigesimosexta y en la que ha conseguido desde que llegó en 1996 nueve títulos mundiales, ganando en todas las categorías en las que ha competido (6 en MotoGP, 1 en 500, 1 en 250 y 1 en 125). A sus 42 años ha logrado 115 victorias y 235 podios, lo que le convierte sin duda en uno de los mejores pilotos de la historia. No voy a entrar en detalles de si ha sido el mejor o no, ya que cada etapa es diferente y es imposible comparar a Giacomo Agostini, Ángel Nieto o Mike Hailwood con las motos y circuitos de hace unas décadas con las de ahora, pero no cabe duda de que Valentino Rossi ha conseguido algo que ningún otro piloto ha conseguido y que lo hace diferente al resto.
Coincido al cien por cien con lo que "The Doctor" dijo en la rueda de prensa y es que por alguna razón ha sido capaz de acercar más aficionados al motociclismo, que de no ser por el piloto italiano no conocerían los circuitos. Valentino fue capaz de hacer algo en el inicio de su carrera que encendió la emoción de muchos aficionados y es algo de lo que debe estar muy orgulloso, siendo capaz de encender la emoción de cientos de miles de personas que siguen acudiendo a los circuitos a pesar de que desde el 2009 no gana un Mundial de MotoGP. Su carácter extrovertido, su forma de celebrar las victorias que muchos imitaron, sea lo que sea, ha sido capaz de hacer algo que ningún otro piloto ha logrado a este nivel. Es impresionante ir a los Grandes Premios de cualquier continente y ver las gradas de camisetas amarillas y el paddock con aficionados esperando horas junto al camión para conseguir una foto o un autógrafo.
Sin duda Valentino está en el Olimpo de los Dioses del Deporte, reconocido en cualquier lugar del mundo al que asiste y echará mucho de menos su vida como piloto profesional, aunque seguro lo veremos compitiendo en el mundo de las cuatro ruedas en alguna ocasión y seguirá vinculado al Mundial de MotoGP dirigiendo su equipo, por lo que su legado seguirá creciendo, llegando a ser eterno, como bien dice su amigo Pablo Nieto.
Gracias por aportar tanto al motociclismo Valentino.