El ciclista se encontraba en una "zona complicada de dunas, fuera de la zona habitual marcada por los aparatos de navegación", en el kilómetro 55 de la segunda etapa, que se disputó entre Merzouga y Ouzina, de 105 kilómetros.
Civera pulsó el dispositivo de seguridad para alertar a la organización y un helicóptero medicalizado acudió de inmediato al rescate, pero los médicos, tras realizar las maniobras de reanimación, nada pudieron hacer por salvarle la vida.
La organización anunció la noticia a los participantes en la habitual reunión que se celebra todos los días antes de la cena para preparar la etapa del día siguiente.
Juan Porcar, director ejecutivo de la Titan Desert, explicó a EFE los pormenores del suceso nada más anunciar la triste noticia.
"Es un palo enorme, de esos que nunca te esperas en el deporte, por mucho que sepamos que en estas pruebas hay riesgos de este tipo. En 14 años nunca había sucedido nada semejante. Nunca estamos preparados para estas cosas", señaló.
Porcar dijo que "cuando llegaron las asistencias a la zona intentaron reanimarle, pero no se pudo hacer nada por salvarle la vida. Estaba en una zona muy difícil y todo sucedió al parecer por un fallo cardíaco a primeras horas de la tarde".
Fernando Civera tenía 46 años, había llegado a la Titan con un amigo y estaba afincado en México, ya que su pareja era de esa nacionalidad. Su familia vive en Zaragoza.
El cadáver del ciclista está siendo trasladado a la localidad de Er Rachidia. Este martes se suspende la competición y habrá jornada de duelo.