Marieke Vervoort ha muerto a sus 40 años tras recibir la eutanasia. La atleta paralímpica, que ganó un oro y una plata en los Juegos de Londres 2012, dejó un tratamiento al que se sometía en un hospital.
La belga ya había anunciado su decisión años antes. Vervoort afirmó que quería morir porque sufría una enfermedad degenerativa que empezó por su pie cuando tan solo tenía 14 años; se extendió a las rodillas y le obligó a mantenerse en una silla de ruedas.
En 2017, Vervoort dijo que había empezado a perder visión: "Es muy difícil para mí. Cada vez me deprimo más, lloro muchísimo y ahora mi visión está desapareciendo".
Por ello, firmó los papeles para recibir la eutanasia en 2008, aunque cambió de opinión poco antes de Río 2016: "No quiero la eutanasia después de Río. Cuando llegue el momento, habrá llegado".