Mientras reafirma su trabajo, acumula más carga en sus piernas y suma minutos a su preparación para el inicio de la Liga, el próximo 19 de agosto en Girona, el equipo rojiblanco agranda su confianza con resultados, como el 2-1 de este martes frente a un oponente de Liga de Campeones y con más rodaje, pero doblegado por el Atlético.
Ya por la cuarta semana de pretemporada, a poco más de tres de entrar en competición en la Liga, cada prueba es ya una declaración de intenciones para el inicio de curso, más aún en la Copa Audi, el torneo más exigente que jugará en su preparación para esta campaña, y contra un rival con mucho más recorrido veraniego, el Nápoles.
Lo notó el Atlético en los primeros 20 minutos, superado por el mayor dinamismo en las piernas que le aporta al conjunto italiano haber jugado ya cuatro encuentros de pretemporada, pero después no tanto, según avanzó un partido que confirmó la idea del once que maneja hoy por hoy Diego Simeone, algunas cualidades intactas en el grupo y algún desajuste que afinar en los próximos entrenamientos.
Su alineación fue más que reconocible. Ahí se mantiene Jan Oblak, decisivo en el triunfo. Primero, en el minuto 32, para repeler el desatinado penalti lanzado por Arkadiusz Milik. También para volar a dos lanzamientos con la derecha de Insigne o a un zurdazo tremendo de Ghoulam. Por contra, en el minuto 56, vio sin opción la volea que conectó José Callejón para el 0-1, que después remontó el Atlético.
En ese gol se despistó Filipe Luis; un borrón para un lateral que, por lo demás, sigue a ese nivel altísimo con el que impactó al principio y al final de la pasada campaña, sobre todo por las soluciones y el desborde que provoca por su banda, como también Yannick Carrasco, fino, rápido y profundo en esta pretemporada. De una combinación de los dos, con centro de Filipe, había surgido la mejor oportunidad del Atlético, allá por el minuto 25, hasta el tanto del conjunto italiano. Entonces, al cabezazo del francés Antoine Griezmann respondió Pepe Reina, atento después para invalidar el recurso de tacón que empleó Nico Gaitán en el rechace. El argentino, lejos de lo esperado el pasado curso, fue titular en la derecha. Aún necesita una reivindicación. Fue el primer cambio.
Al 0-1 en contra, el Atlético se rehizo con determinación, porque su reacción y su ambición contra un marcador adverso, una cualidad indispensable también estos años en el equipo rojiblanco, dio la vuelta al partido, primero con el 1-1 de Fernando Torres, que remató de espuela un centro de Griezmann, y después con el 2-1 de Luciano Vietto, goleador atento y decisivo mientras se debate su futuro.