Entre las restricciones que ha puesto la liga se incluye la prohibición de que los equipos se desplacen más de hora y media de su ciudad, aunque clubes como el Newcastle United, por su lejanía, recibirán un permiso especial.
También todos los jugadores tendrán que viajar en sus propios coches, eliminándose los viajes conjuntos en autobuses, por ejemplo. Los partidos se podrán disputar en estadios o en campos de entrenamiento.
No habrá árbitros profesionales, si no que miembros del cuerpo técnico de los equipos se encargarán de arbitrar. Esto se debe a que los colegiados aún no se han sometido a las pruebas del coronavirus. Además, los vestuarios no se usarán para evitar contactos innecesarios entre los jugadores.