"Queremos ser las mejores, trabajamos para ello y ante un equipo como el City y una competición como la Champions, es el mejor momento para demostrarlo". Son las palabras de Vicky Losada, capitana del Barça, en la previa del primer partido de las azulgrana contra el conjunto inglés.
Dos días más tarde, las jugadoras del Barcelona ganaban 3-0 al City en uno de los mejores partidos de las de Lluis Cortés en las últimas temporadas: presión alta, circulación rápida de balón, desborde de Hansen por banda, movilidad de Mariona y Aitana, dirección de Alexia, finalización de Oshoala, magia de Jenni Hermoso, orden táctico de Patri, seguridad de Mapi y Pereira, desparpajo de Leila, profundidad y veteranía de Torrejón y el muro de Sandra Paños en portería; todas las piezas encajan en un puzle en el que desde hace casi 3 años Lluis Cortés busca la perfección, y están convencidos de que es posible.
En 2019 el Barça llegaba por primera vez en su historia y en la historia del fútbol femenino español a una final de Champions. Enfrente el todopoderoso Lyon, las reinas de Europa y casi del mundo, el mejor rival posible. La derrota 4-1, que pudo ser mayor, hizo cambiar la historia del equipo culé. Lejos de venirse abajo fueron muy conscientes de que aún les quedaba mucho para llegar a la élite del fútbol femenino mundial, les queda mucho para llegar donde querían estar.
Cuarta semifinal de Champions en cinco años
Y se pusieron manos a la obra: entrenamientos más duros, auto exigencia y una meta, ser las mejores. Dos años más tarde están a un paso de meterse en la cuarta semifinal de la Champions en los últimos 5 años y lo más importante, sin renunciar a su ADN, sin renunciar a su juego.
Quieren ser las mejores y tarde o temprano lo conseguirán, porque se lo han propuesto, porque quieren hacer historia y porque tienen el talento individual y colectivo para llevarlo a cabo. La historia les espera.