El Real Madrid conquistó la decimotercera 'Champions' de su historia tras derrotar al Liverpool (3-1) en la final disputada en Kiev gracias a los goles de Karim Benzema y Gareth Bale, el gran protagonista este sábado con un doblete, el primero de ellos con una exquisita chilena que confirma el soberano dominio de los merengues en el 'Viejo Continente'.
Ya son 13 y tres seguidas las Copas de Europa que ha ganado el equipo de Zidane: Milán, Cardiff y Kiev. El Real Madrid demostró una vez más que no juega finales, las gana. Los merengues fueron de menos a más y se agarraron a un sensacional Bale para sacar brillo a su corona. El galés marcó el gol más decisivo, el 2-1, y cerró la cuenta con un disparo desde la frontal del área.
Los triunfos del Madrid ya son una costumbre en las finales de 'Champions'. Hay generaciones que no han visto jamás perder a los blancos el partido decisivo. Se trata de una más para el palmarés del rey de Europa, el que más veces ha levantado los brazos al viento, el equipo que tiene la palabra 'victoria' inscrita en su ADN. Y eso que, en Kiev, la final no comenzó de la mejor manera por el ímpetu de los ingleses.
La verticalidad de Salah cuestionó los minutos iniciales, sobre todo por su presencia en la banda derecha para morder a Marcelo. Mucha velocidad, algo de picante y alguna presencia peligrosa que despejó Keylor Navas con solvencia. Firmino lo intentó y Arnold mandó el primer aviso con un derechazo desde el pico del área.
Pero todo cambió a la media hora, cuando Ramos cargó a Salah y el egipcio sufrió una lesión en el hombro. Intentó continuar, pero sus lágrimas fueron el mejor reflejo de su impotencia. La sustitución privó al Liverpool de su talento y puso alas a un Real Madrid que cambió su cara en los minutos finales pese a la lesión de Carvajal, que le hizo perder profundidad en el costado derecho. Benzema marcó un gol que fue anulado por fuera de juego y Cristiano ganó presencia en la poblada zaga del 'Pool'.
Sin embargo, no fue hasta la segunda mitad cuando llegaron los goles. Isco avisó con un lanzamiento al larguero, pero fue Benzema quién logró el primero tras un grave fallo de Karius. El portero alemán no se percató de la presencia del delantero francés y su saque fue interceptado con la bota del '9'. El tanto fue tan cómico como importante.
Ahí respondió el equipo de Jurgen Klopp, que sacó su orgullo con un juego más directo y acabó encontrando el premio. Un córner que peinó Lovren fue a parar al senegalés Mané, que metió su puntera para batir a Keylor Navas. El empate reconfiguró la final y obligó al vigente campeón a un esfuerzo mayor con tal de imponer su puño de hierro. Era el momento de "puerta grande" o "enfermería".
Y llegó el gol de la victoria gracias a una auténtica barbaridad. Bale conectó un centro de Marcelo y marcó de chilena con una plasticidad tremenda. Por un momento, Marcelo fue Roberto Carlos y el expreso de Gales se vistió de 'Zidane', como en la novena Copa de Europa de los blancos. El gol fue una verdadera obra de arte.
La chilena mató al Liverpool, al que sólo le quedó una bala en la recámara con un disparo de Mané que pegó en la base del poste. Con esa opción murió el cuadro de Merseyside y el propio partido. Bale marcó el tercero en otro error grosero de Karius merced a un disparo potente, pero muy centrado. La historia terminó de escribirse con el 3-1.
Ahí se murió un partido que pudo haber tenido más goles. Cristiano, que ya suma cinco 'Champions', desperdició el cuarto en un mano a mano y Benzema también estuvo a punto de ampliar la cuenta con una preciosa volea. Pero dio igual, porque el Real Madrid ya tenía un sitio guardado entre las leyendas de la Copa de Europa. El equipo más laureado en el 'Viejo Continente' ha escrito la página más gloriosa de su historia.