Italia es un país que ama el deporte. Y muchos creen que ha encontrado una fórmula ideal para obtener el máximo rendimiento. De los 383 atletas que participaron en los Juegos Olímpicos 270 pertenecen a los cuerpos de seguridad del estado. Esta situación les permite trabajar en el presente y tener asegurado el futuro. La otra cuestión es que Italia, por fin, está aprovechando otra realidad de estos tiempos: una sociedad multiétnica.
De Kiev a Londres
Estadio Olímpico de Kiev . Fue un 1 de julio cuando España goleaba (4-0) a Italia en la final de la Euro2012. Un 6 de julio de 2021 Italia eliminaba a España en la tanda de penaltis y se clasificaba para la final de la Euro2020 que más tarde ganaría ante Inglaterra. El fútbol como ejemplo de la vuelta a los triunfos de una Italia agarrada durante muchos años a la moto de Valentino Rossi para seguir disfrutando de las victorias.
Si el fútbol es el espejo deportivo, Italia está terminando de cruzar el desierto. La Juventus ya no está sola. Clubes históricos como Inter o AC Milan están de vuelta en la Liga de Campeones donde el Atalanta también se ha hecho un hueco como equipo reconocible. El fútbol italiano se recupera y de paso rompe moldes. La Serie A se ha convertido en una competición con fútbol de ataque y goleadora.
Tokyo2020 como trampolín
Pero si hay algo que se mira con envidia sana es el medallero olímpico. Italia ha regresado de Tokio con 40 medallas, más del doble que España. Inversión económica aparte, cuestión que debería preocupar y mucho a los dirigentes, el equipo olímpico italiano brilló en la cita japonesa y con el relumbrón de la medalla de oro de Marcell Jacobs en los 100 metros lisos ocupó portadas mundiales. Pero Italia fue mucho más allá y se llevó medallas en trece deportes.
Y como la próxima cita olímpica llegará en poco menos de tres años en París hay que mirar a lo más cercado. Sonny Collbrelli acaba de ganar la París-Roubaix además de ser el campeón de Europa de ciclismo. Si miramos al tenis, la Armada italiana, tiene ya Matteo Berrettini como habitual del top-10 y a Jannik Sinner, 20 años, como uno de los próximos inquilinos del selecto club.
La recuperación llega también al baloncesto donde el Olimpia también se codea ya con los mejores de la Euroliga. Tres veces campeón de Europa, el equipo milanista logró meterse por fin en la Final Four donde cayó en semifinales, por dos puntos, contra el FC Barcelona.
