La historia de Morteza Mehrzad, conocido como el gigante de Irán, es un ejemplo de cómo una situación adversa se puede revertir. En los Juegos Paralímpicos de París, Mehrzad, que alcanza una altura de 2.46 metros, se ha convertido en la figura clave de la selección iraní de voleibol sentado.
A pesar de la atención indeseada que le ha traído su enorme altura y la discapacidad que lo ha llevado tener que usar una silla de ruedas, Mehrzad ha encontrado en el deporte un nuevo horizonte.
Desde su juventud, la vida de Mehrzad ha estado marcada por el aislamiento. Nacido con gigantismo, su estatura extrema lo ha diferenciado de los demás. Además, sufrió un accidente de bicicleta que paralizó el desarrollo de su pierna derecha.
Esta lesión lo ha llevado a una vida más apartada de la sociedad, en la que la interacción con otros ha sido mínima y la incomodidad por su propia condición se ha vuelto palpable. Sin embargo, todo cambió cuando un día apareció en un programa de televisión iraní, captando la atención del entrenador de la selección de voleibol sentado, Hadi Rezaei.
Rezaei, una leyenda en su país, contactó con Mehrzad y le dio la oportunidad que ha cambiado su vida para siempre.
Bajo la tutela de Rezaei, Mehrzad empezó a entrenar en este deporte y rápidamente mostró un talento natural para el juego. Su altura, que alguna vez ha sido motivo de incomodidad, ahora pasó a ser en una ventaja decisiva en la cancha.
Cuando Mehrzad llegó a la Villa Paralímpica en París, no había una cama lo suficientemente grande para acomodar su imponente figura. Forzado a dormir en el suelo, la situación llamó la atención de los medios, que hizo el eco suficiente paraque los organizadores del evento le proporcionaran una cama adaptada a su tamaño.
La relación entre Mehrzad y Rezaei va más allá de la cancha. Para Rezaei, entrenar a Mehrzad ha sido uno de los logros más importantes de su vida. Lo ha sacado del aislamiento y le ha dado un propósito, llevándolo de las sombras a la cima del deporte paralímpico. Ahora, Mehrzad no solo es un símbolo de superación personal, sino también una inspiración para millones de personas en todo el mundo que han enfrentado desafíos similares.
Mehrzad ha liderado a su equipo hacia un tercer oro paralímpico consecutivo y agranda su leyenda, la de un gigante que ha tumbado todos los estigmas y se ha convertido en el orgullo de su país.