En 2001 tuvo un accidente en su puesto de trabajo en la construcción. Se cayó de un andamio y se quedó parapléjico. La bicicleta adaptada le dio la libertad que había perdido.
Se ha impuesto en una crono (clase H2) que no ha podido estar más ajustada en Fuji. Su tiempo ha sido de 31'23"53 mientras que el italiano Luca Mazzone ha entrado en meta con 31'23"79, es decir solo 26 centésimas más lento.
"Ni en mis mejores sueños podía imaginar conseguir esto aquí. Reconozco que cuando vi el circuito se me movió algo por dentro porque era el terreno que más me gusta. soy muy escalador, me gusta el esfuerzo de subir pero no me lo imaginaba", revela tras la carrera.
Su dedicatoria es clara. A su familia, los que han visto su esfuerzo y le han apoyado en todo momento: "Hace un mes y medio venía aquí a desquitarme de todo porque este era el culmen, el final de un trabajo y más en una prueba como la contrarreloj, la prueba reina en la que se encumbran los grandes. Esto se lo dedico a mi mujer y a mi hija, a mi familia que me han aguantado mucho hasta llegar aquí. Por todo el esfuerzo que han hecho. Esta medalla no hubiera llegado sin ellos, yo solo lo he ejecutado, ellos lo han hecho".
Bronce para Luimi Marquina
No es la única medalla que ha caído en las cronos del ciclismo en la mañana de Tokio. Luis Miguel García Marquina se ha colgado el bronce (clase H2) en un podio muy apretado ya que los cuatro primeros han estado en tan solo diez segundos.
"No tengo palabras. Las primeras son para mi mujer, hijos, padres, abuelos, hermana... Estoy aquí por ellos , porque conocí a un amigo en el Hospital de Parapléjicos de Toledo que me ayudó a valorar el esfuerzo. Ese hospital forjó lo que soy hoy. Estoy exhausto tras un recorrido que no me favorece nada y a disfrutar esto muchísimo porque hya muchísimo trabajo detrás", ha asegurado