Los Springboks tomaron ventaja sobre los ingleses a base de penaltis en la primera mitad, y lograron mantenerla y ampliarla en el segundo tiempo gracias a dos ensayos, los primeros y únicos del partido.
Los primeros 40 minutos transcurrieron con una sucesión de lanzamientos de castigo para ambos equipos, cuatro del lado sudafricano transformados por Handre Pollard y otros dos por el inglés Owen Farrell, que dejaron el parcial en 6-12.
En el segundo tiempo continuó el pulso de penaltis, con dos anotados por Sudáfrica y otros dos para Inglaterra por los mismos pateadores.
Hubo que esperar al minuto 66 para ver el primer ensayo del partido logrado por el sudafricano Makazole Mapimpi, que junto a la conversión de Pollard amplió la ventaja de los Springboks a 12-25. Cheslin Kolbe anotó otro try en el minuto 74, que sumado al pateo de Pollard abrió una distancia ya insalvable para sus rivales (12-32).
El trofeo conquistado hoy por los sudafricanos es el tercero de su palmarés, con lo que igualan a Nueva Zelanda como la selección con más mundiales en su haber