Carlos Alcaraz se ha clasificado para la final de Roland Garros tras un épico duelo ante Jannik Sinner que se ha resuelto en el quinto set. Ambos tenistas por algo han demostrado que ya pueden ser considerados el presente del tenis pero también el futuro llamado a suceder a la generación más completa de la historia de los Federer, Nadal y Djokovic.
El español ha empezado titubeante, quizá recordando el bloqueo del año pasado ante Djokovic. Ha cedido la primera manga 6-2 y parecía difícil revertir el nivel del italiano. Sin embargo, poco a poco ha ido encontrando su juego y en el segundo set ha pasado de un 0-2 a un 5-2 que le ha llenado de confianza para cerrar la manga con un 6-3.
Cuando el murciano estaba dónde quería, Sinner ha vuelto a conectar con su juego. Cuando se pone en ese plan, el italiano es imbatible. Solo quedaba esperar a que volviera a aflojar. El cuarto set ha sido el más tenso. Juegos muy largos, puntos de numerosos intercambios, bolas de break sin aprovechar. Con 5-4 para Alcaraz, el español ha demostrado que está a la altura de los grandes momentos sacando un break en el momento más importante de toda la semifinal.
Y ha llegado el quinto con todo en el aire. Alcaraz ha comenzado dominador. Su juego valiente le ha valido para clavar el primer break y ponerse con 3-0 a favor. Lo más difícil estaba hecho. Ambos han defendido sus saques para llegar al 5-2. Qué cerca de la gloria. Sinner se ha agarrado al partido con su servicio para colocar el 5-3.
El último juego ha seguido el curso del resto del encuentro. Tenso, ajustado y vibrante. Con 40-30 a favor se ha hecho el silencio en la Philippe Chatrier. El transalpino no quería que acabara, y ha colocado el iguales. El segundo punto de partido también se ha escapado. Los españoles en las gradas se mordían las uñas. Y se ha cumplido el tópico de a la tercera va la vencida. En un largo intercambio Sinner ha mandado fuera su derecha y Alcaraz se ha colado en su primera final en París en 4 horas y 10 minutos.
