Carreño y García López vencieron a sus rivales, los octavos cabeza de serie del último torneo de Grand Slam de la temporada, por 6-3 y 7-6 (4), en un partido en el estadio Grandstand que duró 1 hora y 29 minutos.
Los españoles jugarán el sábado la final contra el británico Jamie Murray y el brasileño Bruno Soares, que ganaron a los cabeza de serie número uno, los franceses Pierre-Hugues Herbert y Nicolas Mahut, por 7-5, 4-6 y 6-3.
"Es algo increíble, creo que nunca soñé estar aquí jugando mañana la final de dobles, así que estamos muy contentos", decía Carreño nada más terminar el partido.
Los tenistas españoles Pablo Carreño y Guillermo García López manifestaron tras ganar la semifinal en dobles del Abierto de Estados Unidos que si aprovechan las oportunidades que se presenten en la final, dependerá de ellos ganar el título.
"Habrá que jugar bien porque si jugamos mal está claro que no ganaremos, pero seguramente alguna oportunidad tendremos y hay que intentar aprovecharla, porque si la aprovechamos todo dependerá de nosotros", decía Carreño a la prensa.
Por su parte, García López aseguró que sus próximos rivales, el escocés Jamie Murray y el brasileño Bruno Soares, son unos doblistas puros "que se van a la red con todo, hasta con el resto", y de ahí que "cada uno con sus armas" tendrán que hacerlo "lo mejor posible".
"Nosotros ya sabemos cual es su juego y no vamos a hacer nuevas tácticas, y ellos también conocen nuestro juego. Con ese dobles puro y yéndose arriba todo el tiempo, lo tendremos que contrarrestar nosotros con nuestros golpes", afirmó García López.
Carreño explicó que tienen un día para plantear la final "y encararla" porque ambos son "muy buenos jugadores" que vienen de ganar el título en Australia y en el caso de Murray "ha estado de cerca de ser numero uno".
La final, una motivación extra
Sobre el partido frente a Feliciano López y Marc López, García López dijo estar contento porque "desde el principio" fueron capaces de tomar la iniciativa. Por su parte, Carreño destacó que intentaron presionar subiendo rápido a la red y eso "les cuesta un poquito más" a los doblistas puros "porque no están acostumbrados", de ahí que estuvieran "muy contentos" porque hicieron un gran partido.
"Aunque sea una final en dobles, es un Grand Slam, y hay que tratarla como tal y tiene una importancia alta, porque decir que eres campeón de un Grand Slam (...) tiene una motivación extra", subrayó García López.
Por su parte, Carreño aseguró que ganar el sábado sería "una alegría inmensa" y un paso "muy importante" en las carreras de ambos, así como una motivación extra para seguir jugando el próximo año con García López.
"Siempre vamos a priorizar un poco el individual, porque ambos podemos hacer todavía muchas cosas en individual, pero el dobles siempre va a estar ahí, y si podemos jugarlo juntos, lo jugaremos", sentenció Carreño.