Tras haber cedido en la primera ronda del Abierto de Australia ante la belga Elise Mertens, y caer hasta la posición 82 WTA, habiendo sido número 1 mundial en septiembre de 2017, Muguruza sigue sin levantar cabeza.
En un 2022 digo de olvidar para una tenista de su calidad, su última victoria data de septiembre de 2022, cuando se impuso a la griega Despina Paamichail, en dieciseisavos del japonés Toray Pan Pacific. Desde entonces, seis partidos, seis derrotas.
La última este lunes en Lyon, donde llegaba merced a una invitación a un torneo WTA250 que entraba dentro de lo que ella misma calificó tras su derrota en Australia como "hacer ahora un calendario adecuado" con su actual ránking y "mirar también otros torneos de menor categoría".
En esta ocasión su rival fue la joven checa Linda Noskova, de 18 años, actual número 56 WTA, y con la que aún no se había enfrentado. Muguruza cedió el primer set con gran facilidad, cediendo los tres primeros juegos y sólo anotándose el cuarto. Apenas veintiséis minutos.
La segunda manga inicio esperanzadora para Muguruza, que recobró parte de sus excelente tenis y se fue a un favorable 3-0. Un espejismo. Volvió a los errores, permitió la igualada (3-3) y entregó el set cediendo su saque en el noveno juego. Noskova, luego, con su saque, aprovechó la primera bola de partido que dispuso para cerrar la contienda. Un nuevo revés para la nacida en Caracas.