El tenista suizo Roger Federer ha derrotado por cuarta vez esta temporada al español Rafa Nadal (6-4, 6-3) para proclamarse campeón del torneo de Shanghai (China), octavo y penúltimo Masters 1.000 de 2017, y suma así el sexto título del año, en un partido en el que ha sido claro dominador desde el primer punto.
Nadal y Federer, los dos grandes protagonistas de la temporada, medían fuerzas por cuarta vez en este 2017. La trayectoria de las últimas semanas parecía decantar la balanza a favor del español, pero el hecho de que el partido se jugase bajo techo y la carga de partidos del español, unido al magistral nivel ofrecido por el suizo, demostraron lo contrario.
Un prodigioso juego inicial de Federer al resto determinó el devenir del primer parcial. Tras la ruptura a las primeras de cambio, ambos jugadores estuvieron impecables con sus servicios, llevando el encuentro al terreno más favorable para el suizo, con solo dos puntos que superaron los nueve golpes de duración.
El saque condenó a Nadal
El magistral desempeño con el saque fue especialmente reseñable en el caso del de Basilea, que conectó siete saques directos y solo cedió cuatro puntos al servicio en todo el primer set. Nadal, a pesar de sacar adelante sus juegos de saque con relativa facilidad, nada podía hacer al resto y solo pudo contemplar como Federer se apuntaba el primer parcial en apenas 36 minutos.
El panorama siguió siendo el mismo al arranque del segundo set, con Federer sin dar opción a un Nadal que aguantaba el tirón gracias al servicio. El helvético arriesgaba en cada resto, buscando los pies de Nadal, y fue en el quinto juego cuando la táctica dio sus frutos en forma de una nuevo 'break' que a la postre fue sinónimo de título.
En una hora y 13 minutos, Federer terminaba con la imbatibilidad de Nadal, que había ganado de forma consecutiva sus 16 últimos partidos, para levantar en la ciudad china su sexto título de la temporada. De esta forma, el 'genio de Basilea' sumó su segunda corona en Shanghai y el 27º título de Masters 1.000 de su carrera, manteniendo vivas sus opciones de terminar el año en el número uno mundial.