tras batir a Italia (3-2) en una final de infarto.

Un triplete de Abel Ruiz da a la Selección sub-18 la medalla de oro en los Juegos Mediterráneos

Un triplete de Abel Ruiz, el último gol en el tiempo añadido, bañó de oro a España en los Juegos Mediterráneos Tarragona 2018, tras batir a Italia (3-2) en una final de infarto.

ondacero.es

Madrid | 30.06.2018 15:30

Un triplete de Abel Ruiz.
Un triplete de Abel Ruiz. | Agencia EFE

Arrancó España llena de buenos propósitos, dispuesta a marcar el ritmo del partido y a tener la posesión, pero el gol italiano a los seis minutos trastocó todos sus planes. Merola, el jugador más activo de su equipo en ataque, hizo un jugada por la izquierda y regaló el pase de gol a Rauti, que anotó sobre la línea el 0-1.

El tanto dejó aturdidos a los españoles durante unos minutos y eso lo aprovechó Pompetti para probar fortuna desde el lejos buscando el segundo, pero su disparo, demasiado centrado, lo acabó despejando Álvaro Fernández con los puños. Poco a poco, el equipo anfitrión se fue reponiendo y ganando metros hacia la portería defendida por Ghidotti. Morey avisó, pasado el cuarto de hora, con un tiro raso que se marchó razonado el palo y Abel Ruiz haría el tanto del empate a los 25 minutos.

El delantero del Barcelona recogía un pase entre líneas de Alonso y quebraba al meta italiano en su salida para cruzar el balón al fondo de la red. Diez minutos después, Miranda cabecearía alto en los mejores momento de España en la primera mitad. Antes del descanso, Italia ya sólo llegaría con un balón colgado desde la izquierda que Corbo remataba fuera.

Los españoles siguieron dominando tras la reanudación. Al menos, hasta que Abel Ruiz hizo el segundo a los 57. Esta vez fue Morey quien lo habilitó para que el punta batiera a Ghidotti de tiro cruzado. Siete minutos después, el árbitro anulaba un gol a Paredes por fuera de juego y, poco a poco, España se fue atrás, vigilando su retaguardia y saliendo a la contra con el propósito de sentenciar. Los italianos pusieron cercó a la portería defendida por Álvaro Fernández, pero no encontraban espacios y creaban escaso peligro con balones colgados o algún tiro lejano que no encontraba portería.

Hasta que a tres minutos de finalizar el centro reglamentario, Portanova cabecearía un córner para hacer el 2-2. Se volcó entonces España hacia la portería italiana. Beitia lo probó dos veces -en una su remate se estrelló en el larguero- y, en la última jugada del partido, Miranda centró desde la izquierda para que Abel Ruiz, la estrella de estos Juegos, marcara su séptimo gol en el torneo y llevara la locura al Municipal de Reus.