Todo se remonta al año 2002 en que Urbanismo redactó un informe por el que requería a la Comunidad de Madrid, como propietaria del Estadio, la reparación de una serie de daños estructurales que se habían encontrado bajo las gradas. Desde ese momento las deficiencias en el Estadio han ido en aumento hasta que en el año 2012, tras varias revisiones, el edificio consiguió superar la Inspección Técnica de Edificios (ITE) pero con una calificación desfavorable.
En ese informe los técnicos dejaban claras las carencias en el estado general de la estructura y la cimentación, el estado general de las fachadas, exteriores y medianeras, las cubiertas y azoteas así como el estado de la fontanería y saneamientos. El informe también deja claro la no existencia de elementos de accesibilidad para personas con movilidad reducida además de no cumplir tampoco las condiciones exigidas de evacuación.
El coste total de las obras, según ese mismo informe, supera de forma holgada los 4 millones de euros.
Desde ese momento la Comunidad de Madrid ha ido solicitando varias prórrogas para la ejecución de estas obras hasta que el pasado julio de 2015 el Ayuntamiento decidió realizar nuevas pruebas en las que se constató un agravamiento de los problemas del estadio vallecano. En ese momento el Ayuntamiento requirió a la Comunidad que subsanase esta situación pero ante el incumplimiento de dicho requerimiento el consistorio municipal llevó a cabo estas obras de manera subsidiaria. En concreto las obras que se realizaron de octubre a diciembre de 2015 consistieron en la reparación de los daños detectados en los fondos de bovedillas cerámicas vistas, que presentaban riesgo de desprendimiento y caída, además del refuerzo y ampliación de las medidas de seguridad.
El segundo requerimiento del Ayuntamiento hacia la Comunidad de Madrid llegó en abril de 2016 cuando se le pide la presentación del Certificado Técnico de Vigilancia reiterando una vez más la necesidad de reparación. Una vez más la Comunidad no ha cumplido y ahora el Ayuntamiento le pide el reintegro de los 81.000 euros a las arcas municipales tras la realización de las obras y una nueva multa por no cumplir con el último requerimiento.
Todo esto ha sido tratado esta mañana en el pleno municipal a pregunta de la concejal del PSOE, Mar Espinar, y la Comunidad de Madrid ha emitido su opinión tras el pleno. Según el consejero de Transportes, Vivienda e Infraestructuras, Pedro Rollán, la Comunidad “está trabajando para adoptar las medidas necesarias para subsanar cualquier deficiencia que pudiera tener el estadio del Rayo Vallecano. Nos consta que por parte de la Consejería se están realizando estudios técnicos para garantizar la seguridad y fiabilidad del estadio”
El Estadio de Vallecas es propiedad de la Comunidad de Madrid desde 1989 y tiene un acuerdo de cesión de uso con el Rayo Vallecano hasta el 29 de junio de 2019. Desde el Ayuntamiento la respuesta que se le ha dado en el pleno de esta mañana Mar Espinar es que el Estadio cuenta con informes que aseguran que hasta diciembre no existe riesgo inmediato para los asistentes. Según explica la propia Mar “El Ayuntamiento actuará de manera sustitutoria si hiciera falta, pero aún no pueden hacerlo porque los tramites van al día”
Tras este último tirón de orejas del Ayuntamiento al Gobierno de Madrid, la Comunidad ha anunciado en la tarde deque invertirá 1,8 millones de euros para subsanar los problemas detectados en la ITE del Estadio.
Lo cierto es que el Estadio de Vallecas tiene una capacidad cercana a las 15.000 personas y que en cada partido que el Rayo Vallecano juega como local cuenta con unos 10.000 aficionados en las gradas. Aficionados que ven como tienen que acudir a su estadio en condiciones lamentables, insalubres y peligrosas. Lejos de los focos del Santiago Bernabéu y del recién inaugurado Wanda Metropolitano, existe un estadio más en Madrid, el Estadio de Vallecas que merece el respeto de una institución con 93 años de historia.
