El futbolista Víctor Machín 'Vitolo' ha manifestado este jueves durante su presentación como jugador de la UD Las Palmas hasta diciembre que vuelve "a casa", que llega a ganarse "el puesto" y que no se va a reservar nada, pese a que en enero tendrá que incorporarse al Atlético de Madrid, hasta 2022.
El jugador internacional ha mostrado su felicidad y emoción por regresar al equipo de su isla y, además, en la máxima categoría -"se me ponen los pelos de punta", ha llegado a asegurar mientras se dirigía a los periodistas-, y ya tiene "ganas de empezar". Vitolo ha mostrado su lado más humilde al indicar que llega al conjunto amarillo para ganarse "el puesto", y que no se va a reservar pese a estar comprometido con el Atlético de Madrid a partir de 2018. "Las Palmas me ha dado esta oportunidad y voy a darlo todo hasta que este aquí", ha apuntado.
También se ha referido a su larga amistad con Jonathan Viera, al que volverá a tener como compañero, y por vez primera en la elite del fútbol español: "En el campo es una pasada jugar con futbolistas de su nivel, tengo muchas ganas de reencontrarme con él", ha admitido. Su objetivo hasta el próximo 31 de diciembre es "conseguir el mayor número de puntos posibles" con la Unión Deportiva para irse a la capital de España "con la conciencia tranquila", porque quiere "ayudar" a lograr el objetivo del equipo, que es "la permanencia".
Una vez finalizada la rueda de prensa, el jugador ha bajado a vestuarios para ponerse la nueva equipación de la temporada -aún no tiene dorsal asignado-, y saltar al césped para dirigirse a los varios miles de aficionados que han celebrado su llegada. El jugador ha lanzado balones al público y ha besado reiteradamente el escudo de su camiseta, imágenes proyectadas también en el videomarcador del estadio.
El futbolista grancanario, fijo en las convocatorias de Julen Lopetegui, cumple un "sueño" al jugar, aunque sea solo por unos meses, en la máxima categoría con el equipo en el que se formó, y desde el que dio el salto al Sevilla, donde ganó tres títulos europeos y con el que rompió este miércoles su vinculación de forma unilateral. Como sucedió en 2013 con Juan Carlos Valerón, el pasado verano con Kevin-Prince Boateng, o en enero de este mismo año con Jesé, la tribuna del Estadio de Gran Canaria ha abierto sus puertas para que el futbolista amarillo se diera un baño de masas con los seguidores, que ven con su fichaje un regalo inesperado, que llega con muchos años de antelación, porque el futbolista había manifestado en su día su deseo de volver a jugar en la isla, pero en sus últimas temporadas de profesional.