Tras una larga fuga, que llegó a estar formada por trece corredores, el ruso del Katusha Ilnur Zakarin fue el más resistente. Ya en la 'mini clásica' que eran las tres vueltas al circuito final, de casi 15 kilómetros por vuelta y con el Tre Monti (puerto de 4ª categoría) como cota alta, decidió probar en solitario y dejó atrás a sus ilustres compañeros de fuga, como Beñat Intxausti (Movistar) o Ryder Hesjedal (Cannondale).
El trabajo del pelotón para acabar con la fuga volvió a quedarse sin premio. Si este martes, en la décima etapa, ganó el fugado Boem (Bardiani), en esta undécima etapa fue Zakarin quien hizo buena la escapada.
Pese a la lluvia constante, a luchar contra el resto de escapados y contra el gran grupo por detrás, mantuvo las diferencias por encima del minuto y fue lanzado hacia la línea de meta del circuito de velocidad de Imola para lograr su primer triunfo en el Giro.