El sistema electoral de Estados Unidos es un proceso complejo y único que ha evolucionado a lo largo de la historia del país. Aunque ha sido objeto de múltiples debates y reformas a lo largo de los años, su estructura central permanece esencialmente intacta desde la creación de la Constitución en 1787.
Las elecciones presidenciales, en particular, cuentan con un sistema único, conocido como el Colegio Electoral. Esto ha dado lugar a situaciones en las que el presidente electo no es necesariamente el que obtiene más votos populares. Por ejemplo, en las elecciones presidenciales del año 2000, George W. Bush ganó con 271 votos electorales, aunque su oponente, Al Gore, obtuvo 500.000 votos populares más.
De manera similar, en los comicios electorales de 2016, Donald Trump fue elegido presidente con 304 votos electorales, mientras que Hillary Clinton ganó el voto popular con una ventaja de casi tres millones de votos.
Otros casos históricos incluyen las elecciones presidenciales de 1888, donde Benjamin Harrison fue presidente con 233 votos electorales, aunque Grover Cleveland consiguió más votos populares, y los comicios de 1876, en la que Rutherford B. Hayes fue declarado presidente a pesar de que Samuel Tilden obtuvo más votos populares.
No obstante, este mecanismo fue diseñado para equilibrar el poder entre los estados más y menos poblados, con el objetivo de brindar representación a regiones diversas. A pesar de los llamados a reformar o eliminar el Colegio Electoral, este sigue siendo la base del proceso electoral presidencial en Estados Unidos, y determina la manera en que se elige al líder de una de las mayores potencias del mundo.
Fechas clave del proceso electoral completo
El presidente de Estados Unidos es elegido para un mandato de cuatro años, con la posibilidad de una única reelección, desde la introducción de la Enmienda 22 en 1951, que limita el mandato presidencial a dos periodos consecutivos.
Las elecciones presidenciales tienen lugar el primer martes después del primer lunes de noviembre de los años bisiestos, lo que ha sido una tradición desde los inicios del país. Este día fue seleccionado, en mayor medida, por las condiciones sociales y geográficas de la época en la que se estableció: noviembre era un mes ideal porque no interfería con las cosechas ni las duras condiciones del invierno, y el martes permitía que los votantes pudieran viajar el lunes sin interferir con el domingo, día de descanso religioso.
El proceso electoral en Estados Unidos es largo y complejo, y puede extenderse hasta dos años. A continuación, se presentan las principales fases y fechas clave que forman parte del ciclo electoral completo:
- Anuncio de las candidaturas: generalmente, los candidatos a la presidencia anuncian su intención de postularse hasta dos años antes de la elección presidencial. A partir de este momento, comienzan a hacer campaña y participar en debates.
- Elecciones primarias y caucus (enero - junio del año electoral): durante los primeros seis meses del año electoral, cada partido celebra elecciones primarias o caucus en los distintos estados para elegir a su candidato oficial. Algunos estados, como Iowa y New Hampshire, son especialmente influyentes en esta etapa, debido a sus tempranas votaciones. El resultado de estas elecciones determina quién será el candidato presidencial de cada partido.
- Supermartes (marzo del año electoral): en esta fecha, varios estados celebran sus primarias el mismo día, lo que tiene un impacto significativo en la definición de los candidatos. Es un momento decisivo en la campaña, ya que permite a los aspirantes consolidar su liderazgo o perder impulso.
- Convenciones nacionales (julio - agosto del año electoral): después de las primarias, los partidos realizan sus convenciones nacionales. Durante estas, los delegados confirman oficialmente al candidato presidencial y este elige a su compañero de fórmula para la vicepresidencia. Además, se establecen las líneas generales de la campaña.
- Debates presidenciales (septiembre - octubre del año electoral): los candidatos de los principales partidos participan en una serie de debates televisados en los meses previos a la elección de noviembre. Estos debates son fundamentales para que los votantes comparen las posturas de los candidatos.
- Elecciones presidenciales (primer martes después del primer lunes de noviembre): en esta fecha, los ciudadanos votan para elegir indirectamente al presidente a través del Colegio Electoral. Aunque el voto popular cuenta, el ganador es determinado por los electores designados de cada estado.
- Reunión del Colegio Electoral (primer lunes después del segundo miércoles de diciembre): los electores del Colegio Electoral se reúnen en sus respectivos estados para emitir formalmente sus votos, que decidirán oficialmente quién será el presidente.
- Certificación de votos electorales (6 de enero): el Congreso de Estados Unidos se reúne para contar y certificar los votos emitidos por el Colegio Electoral. En esta sesión se confirma oficialmente al presidente electo.
- Día de la Inauguración (20 de enero): el presidente electo toma posesión del cargo en una ceremonia pública en Washington D.C, frente al Capitolio. En este acto, jura su cargo ante el presidente de la Corte Suprema, marcando el inicio de su mandato de cuatro años.
Las elecciones primarias: la primera fase del proceso
El largo camino hacia la Casa Blanca comienza con las elecciones primarias de cada partido, que se celebran en los primeros seis meses del año electoral. Durante este periodo, los candidatos compiten para obtener la nominación de su partido, lo que determinará quién será el representante de cada partido en la elección general de noviembre. El proceso varía de un estado a otro y de un partido a otro, pero en términos generales, se divide en dos grandes sistemas: las elecciones primarias y los caucus.
El sistema de caucus es uno de los más antiguos y menos comunes. En este proceso, los votantes registrados que están afiliados a un partido se reúnen en asambleas comunitarias y eligen a sus candidatos mediante votación a mano alzada o a través de una urna. Son varios los estados que utilizan este sistema, como Iowa y Nevada, y tiende a favorecer la participación de los votantes más activos y comprometidos políticamente.
Sin embargo, la mayoría de los estados opta por un sistema de elecciones primarias, en el cual los votantes registrados emiten su voto de manera similar a una elección general. Estas primarias pueden clasificarse en tres tipos:
- Primarias cerradas: sólo los votantes que están registrados como afiliados a un partido específico pueden votar en la elección primaria de ese partido. Este sistema fomenta la lealtad partidista y asegura que solo los miembros comprometidos tengan voz en la selección de candidatos.
- Primarias abiertas: en este tipo de primarias, los votantes pueden elegir en qué primaria participar, independientemente de su afiliación partidaria. Sin embargo, no pueden votar en las primarias de ambos partidos.
- Primarias semi-cerradas: combinan elementos de los sistemas abiertos y cerrados. Los votantes independientes pueden participar en la primaria de cualquiera de los partidos, pero los miembros registrados de un partido solo pueden votar en la primaria de su propio partido.
Cabe destacar que uno de los momentos más importantes del ciclo de primarias es el Supermartes, el día en el que se celebran elecciones en varios estados simultáneamente. Esta jornada puede marcar un punto de inflexión decisivo en la carrera presidencial, ya que el resultado en un gran número de estados puede consolidar o debilitar a un candidato.
Convención nacional del partido
Las convenciones nacionales son uno de los eventos más importantes dentro del proceso electoral de Estados Unidos, celebradas por los principales partidos políticos, como los demócratas y republicanos, una vez finalizado el proceso de primarias. A pesar de que hoy en día su función es más simbólica y mediática, en los últimos años, las convenciones nacionales han seguido siendo eventos claves para impulsar la campaña de los partidos.
Por ejemplo, la Convención Nacional Demócrata de 2008 fue un hito en la carrera de Barack Obama, que lo impulsó hacia la victoria, y lo mismo ocurrió en 2016 con Donald Trump, que consolidó su liderazgo en la Convención Nacional Republicana. Los aspectos fundamentales de este evento son los siguientes:
- Confirmación oficial del candidato presidencial: aunque el resultado de las primarias ya suele dejar claro quién será el candidato del partido, las convenciones sirven para hacer la nominación oficial. En este evento, los delegados de cada estado votan para confirmar formalmente al ganador de las primarias como el candidato presidencial.
- Selección del compañero de fórmula (vicepresidente): además del candidato presidencial, el evento también es el lugar donde se anuncia públicamente al compañero de fórmula, que será el candidato a la vicepresidencia. El candidato presidencial suele hacer esta elección, pero es en la convención donde el partido ratifica la decisión.
- Unificación del partido: las convenciones sirven como una oportunidad para unificar al partido después de la competición interna en las primarias. Es común que los antiguos rivales dentro del partido se alineen detrás del candidato oficial y expresen su apoyo para garantizar una campaña fuerte y cohesionada de cara a las elecciones generales.
- Presentación de la plataforma del partido: la plataforma del partido, o las posturas oficiales en temas clave como economía, salud, seguridad, entre otros, se discuten y se adoptan durante la convención. Los líderes del partido y delegados aprueban estas políticas, lo que define los objetivos y prioridades de la campaña.
- Evento mediático: las convenciones nacionales son eventos cuidadosamente organizados y son transmitidas en vivo por los medios de comunicación. No solo se trata de la nominación oficial del candidato, sino de un espectáculo político en el que el partido busca captar la atención de los votantes, generar entusiasmo y establecer el tono de la campaña electoral. Los discursos de figuras destacadas del partido, como expresidentes, gobernadores, y congresistas, son elementos clave de la convención.
- Discursos clave: durante la convención, el discurso más esperado es el del candidato presidencial, conocido como el "discurso de aceptación". Este discurso marca el inicio formal de la campaña electoral general, en el que el candidato presenta su visión y planes para el país. También suelen destacar discursos de figuras políticas prominentes, y es un momento en que se moviliza la base de votantes del partido.
El sistema del Colegio Electoral
El Colegio Electoral es un grupo de representantes, conocidos como electores, que tienen la responsabilidad de elegir formalmente al presidente y al vicepresidente de Estados Unidos. El sistema fue diseñado por los "Padres Fundadores" y está consagrado en la Constitución de Estados Unidos desde su creación en 1787. Este método refleja una fusión entre una elección popular directa y una elección parlamentaria indirecta, con el objetivo de equilibrar el poder entre los estados más poblados y los menos poblados.
En total, el Colegio Electoral está compuesto por 538 electores, distribuidos entre los estados en función de su representación en el Congreso de Estados Unidos:
- 435 miembros de la Cámara de Representantes (basados en la población de cada estado).
- 100 senadores (dos por cada Estado).
- Tres electores asignados al Distrito de Columbia (Washington D.C.), aunque no tiene representación en el Congreso.
Para ganar la presidencia, un candidato necesita obtener una mayoría absoluta de los votos del Colegio Electoral, es decir, al menos 270 votos electorales. Ahora bien, ¿cómo se eligen los electores?
Cada estado de EE.UU. tiene una cantidad determinada de votos electorales en función de su población. Por ejemplo, California, el estado más poblado, tiene 54 electores, mientras que territorios con menos población como, por ejemplo, Wyoming, tienen tres electores. Estos electores son seleccionados por los partidos políticos de cada estado antes de la elección general. Los ciudadanos no votan directamente por el presidente, sino por estos electores, quienes se comprometen a votar por el candidato que gana el voto popular en su estado.
En cuanto a la función del sistema de votación del Colegio Electoral, se divide en cuatro etapas fundamentales:
En primer lugar, en noviembre, los ciudadanos de cada estado votan por su candidato presidencial preferido. El candidato que recibe la mayoría de los votos populares en ese estado (con algunas excepciones) se lleva todos los votos electorales del territorito, en un sistema conocido como "el ganador se lo lleva todo" o "Winner-Takes-All". Esto significa que si un candidato gana en California, por un margen pequeño o grande, se lleva los 54 votos electorales de ese Estado.
Cabe destacar que las únicas excepciones son Maine y Nebraska, que reparten sus votos electorales de manera proporcional, basándose en los resultados de cada distrito congresional, lo que permite que los votos se distribuyan entre más de un candidato.
En segundo lugar, en diciembre, los electores se reúnen en las capitales de sus respectivos estados para emitir formalmente sus votos. Aunque en la mayoría de los casos los electores están comprometidos a votar por el candidato que ganó en su Estado, hay casos raros de electores "desleales", que votan de manera diferente. Sin embargo, la mayoría de los estados tienen leyes para prevenir o sancionar este tipo de comportamiento.
Un mes después, en enero, el Congreso de Estados Unidos se reúne en una sesión conjunta para contar y certificar los votos del Colegio Electoral. El vicepresidente, en su papel como presidente del Senado, anuncia oficialmente al ganador.
Finalmente, el 20 de enero, el candidato que haya obtenido la mayoría de los votos electorales toma posesión como presidente de Estados Unidos.
¿Por qué existe el Colegio Electoral en EE.UU?
El Colegio Electoral fue creado como una solución de compromiso entre dos opciones: la elección del presidente por voto popular directo y la elección del presidente por el Congreso. Los padres fundadores buscaban proteger los intereses de los estados más pequeños, garantizando que tuvieran una voz significativa en la elección presidencial. De esta manera, se evitaba que los estados más grandes, con mayor población, dominaran las elecciones, lo que podría haber resultado en una representación desproporcionada.
Además, el sistema estaba diseñado para frenar lo que los fundadores temían como "populismo extremo". Es decir, el Colegio Electoral servía como un filtro para que personas cualificadas tomaran decisiones con responsabilidad y evitaran que un candidato sin las cualidades necesarias llegara al poder impulsado solo por la efervescencia popular.
Una de las ventajas del Colegio Electoral es que equilibra el poder entre los estados grandes y pequeños. Esto asegura que los menos poblados no queden completamente marginados del proceso, pues su representación garantiza que sus intereses se tomen en cuenta en la elección presidencial.
A su vez, el sistema fomenta un ambiente político bipartidista, ya que obliga a los candidatos a buscar apoyo en una mayor cantidad de estados, y no solo en las grandes áreas metropolitanas. Además, al basarse en el recuento de votos electorales y no únicamente en el voto popular, el sistema a menudo proporciona resultados más claros y decisivos, facilitando la legitimidad del resultado electoral.
Sin embargo, el Colegio Electoral también ha sido objeto de críticas, especialmente por la posibilidad de que un candidato gane la presidencia sin obtener la mayoría del voto popular. Esto ha ocurrido en cinco ocasiones, siendo el caso más reciente en 2016, cuando Donald Trump ganó la presidencia a pesar de obtener menos votos populares que Hillary Clinton.
Otro problema es la desigualdad en el peso del voto. Los ciudadanos de los estados más pequeños pueden tener un mayor impacto proporcional en el resultado, como es el caso de Wyoming, donde un voto tiene más influencia en comparación con estados más grandes como California.
Además, este sistema tiende a concentrar las campañas electorales en los llamados "Swing States" o "Estados péndulo", donde el resultado es incierto. Esto deja a muchos estados predecibles fuera del foco de atención, lo que puede generar la sensación de que los votos en esos territorios no tienen la misma importancia