Las elecciones americanas están a la vuelta de la esquina y cada paso de los principales candidatos es seguido al milímetro. Uno de los aspectos que siempre llama la atención es la cantidad de dinero que consiguen recaudar los candidatos, ya que la larga campaña electoral supone un gran reto económico para los partidos políticos.
Según los últimos informes de financiación de campaña, la vicepresidenta Kamala Harris ha recaudado significativamente más fondos que Donald Trump para las elecciones de 2024. La campaña de Harris recaudó más de mil millones de dólares hasta septiembre, y los informes indican que su total supera los 1.600 millones de dólares si se tienen en cuenta el Comité Nacional Demócrata y las entidades relacionadas. Esta cifra eclipsa la recaudación de fondos de Trump, que, aunque sustancial, alcanzó unos 700 millones de dólares en octubre.
De hecho, en los últimos meses, la brecha se amplió: la campaña de Harris recaudó aproximadamente 361 millones de dólares solo en septiembre, mientras que el total de septiembre de Trump fue de 160 millones de dólares. A pesar de su sólida base de pequeños donantes, Trump sigue detrás de Harris, especialmente con importantes contribuciones demócratas en estados en disputa. Ambas campañas están utilizando estos fondos para cubrir una amplia cobertura mediática y de divulgación en regiones clave.
Algunos ejemplos de grandes donantes al partido demócrata son Michael Bloomberg, quien ha donado 43,7 millones de dólares o George Soros y su hijo Alex Soros, quienes a través de su organización sin fines de lucro han canalizado 60 millones a los súper PAC alineados con Harris.
En el caso del partido republicano, cuenta con el apoyo económico de Timothy Mellon, heredero de la fortuna bancaria Mellon, quien ha invertido más de 172 millones de dólares en la campaña, y una magnate de Las Vegas Sands (grupo de casinos de Las Vegas) Miriam Adelson, quien ha donado 134,8 millones.
¿Por qué se recauda dinero en las campañas electorales de Estados Unidos?
Las campañas electorales de Estados Unidos requieren una inversión significativa para llegar a los votantes de manera efectiva. Este dinero se destina a varios aspectos clave:
1. Publicidad en medios de comunicación: la televisión, la radio, el internet y los medios impresos son fundamentales para difundir los mensajes de campaña, y los anuncios suelen ser una de las partidas más caras, especialmente en estados clave o "swing states", donde la competencia es más cerrada.
2. Eventos y movilización de votantes: organizar mítines, eventos, y recorridos en diferentes estados ayuda a los candidatos a fortalecer su presencia y a conectar con la ciudadanía. Estos eventos requieren fondos para logística, alquileres, seguridad, y equipo técnico.
3. Personal de campaña: las campañas requieren equipos grandes y especializados en comunicación, relaciones públicas, análisis de datos, y más. También emplean a voluntarios y trabajadores de campaña en cada estado, lo cual implica un costo en salarios, viajes y otros beneficios.
4. Estrategias de comunicación digital: las redes sociales y las plataformas digitales son cada vez más importantes. El financiamiento permite contratar especialistas en marketing digital y cubrir los costos de publicidad segmentada en redes, que facilita llegar a públicos específicos con mensajes personalizados.
5. Gastos administrativos y legales: las campañas implican costos administrativos (oficinas, equipos, tecnología) y gastos legales, como el cumplimiento de las regulaciones de financiamiento de campañas establecidas por la Comisión Federal de Elecciones.
Estos recursos son cruciales para competir en un entorno donde las elecciones son largas y complejas. Además, permiten a los candidatos amplificar su mensaje y aumentar su visibilidad, lo cual es vital en un país tan grande y diverso como Estados Unidos.