Este domingo, alrededor de dos millones de gallegos tienen una cita con las urnas. En estas elecciones gallegas se decidirá quiénes serán los representantes en el parlamento gallego. Aunque en términos generales, los comicios en España funcionan igual a nivel local, autonómico y nacional, se dan pequeñas diferencias. Por ejemplo, el mínimo de votos necesario para entrar en cada parlamento.
El sistema electoral español funciona a partir de la Ley D'Hondt: un método de cálculo proporcional que divide el número de votos emitidos para cada partido entre el número de cargos electos con los que cuenta cada circunscripción.
Por explicarlo de forma clara, para entrar al reparto hace falta sacar un número determinado de votos en cada circunscripción. Si no, no se puede aspirar a alcanzar ningún escaño. A nivel nacional, los mínimos son: un 3% para los comicios generales y un 5% para los autonómicos. Cada comunidad autónoma regula sus propios mínimos en sus leyes electorales.
La peculiaridad de Galicia
Galicia es, precisamente, una de las autonomías donde hace falta obtener más de un 5% de los votos por circunscripción para asegurarse al menos un escaño en el parlamento. ¿Eso qué significa? Básicamente que si un partido obtiene un 5% de los votos, pero ese 5% está repartido entre sus cuatro provincias, esta formación no obtendría representación.
Por cierto, lo mismo sucede en Cantabria, Islas Baleares, La Rioja, Comunidad Valenciana, Extremadura y Comunidad de Madrid. Y, por ejemplo, el mínimo para acceder al Parlamento andaluz es del 3% de los votos (igual que en Navarra, País Vasco, Aragón, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Murcia y Asturias).
Cuántos escaños por cada circunscripción
La Ley electoral de Galicia establece una composición del Parlamento autonómico de 75 diputados. Por su parte, las circunscripciones electorales se corresponden con las cuatro provincias gallegas: a cada una le corresponde un mínimo inicial de diez diputados, mientras que los 35 restantes se distribuyen en proporción a la población de cada provincia. Por tanto, el reparto quedaría de la siguiente manera:
- La Coruña: 25 diputados
- Lugo: 14 diputados
- Ourense: 14 diputados
- Pontevedra: 22 diputados
Conocidos los datos, veamos un ejemplo ficticio con datos totalmente irreales:
Pongamos que en estas elecciones gallegas, Lugo elige 5 representantes en el Parlamento autonómico. El PP, el BNG, Sumar, el PSOE y Vox pretenden conseguir cada uno de esos escaños o, al menos, el máximo posible. Pongamos, por ejemplo, que el máximo de votos que se pueden obtener son 13.500. Cada una de las formaciones mencionadas tratará de obtener el mayor número de apoyos posible.
Así, una vez cerrado los colegios y, tras el escrutinio, el recuento queda de la siguiente forma:
- PP: 5.000 votos
- PSOE: 4.000 votos
- BNG: 3.500 votos
- Sumar: 1.000 votos
Ahora, conocidos estos resultados, hay que dividir el número total de votos que ha recibido un partido, por 1, por 2, por 3, por 4 y por 5 (el número que los cargos electos que se disputan en esta provincia). Es decir: los 13.500 votos que ha obtenido el PP se dividen por 1, por 2, por 3...
Una vez realizados los cálculos, los 14 diputados se asignarán a las cinco cifras más altas, sean del partido que sean. Eso sí, hay que lograr un mínimo del 5% del total de los votos para aspirar a esa representación.
